En su primer día de gobierno, Alberto Fernández, el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, Gustavo Béliz, y Jorge Argüello, recibieron en la Casa Rosada a la delegación de funcionarios que envió el primer mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump. El presidente se reunió con Michael Kozak, subsecretario adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado y acordaron crear un sistema de consulta permanente para trabajar coordinadamente entre ambos países.

Por parte de la comitiva norteamericana también asistieron  el embajador en la Argentina, Edward Prado, el consejero político Chris Andino y la asesora Mariju Bofill.

El funcionario del Departamento de Estado elogió el discurso que el presidente argentino ofreció ayer ante la Asamblea Legislativa y le transmitió los mismos conceptos sobre el “apoyo” para la negociación con el FMI que le había manifestado el presidente Donald Trump durante la conversación telefónica que mantuvieron hace unas semanas. Además, Kozak le trasladó a Fernández una invitación para el Gobierno nacional para el 17 de diciembre en Washington. El presidente argentino se comprometió con la presencia argentina en un evento vinculado al petróleo.

El director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Claver – Carone, que almorzó en México con el flamante presidente pocos días después de ganar las elecciones del 27 de octubre volvió a su país poco antes de la jura. El funcionario, de origen cubanoamericano, anticipó su partida y suspendió la agenda prevista para hacer público su malestar ante la presencia del ministro de Comunicación del presidente venezolano, Nicolás Maduro y del ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa en la transmisión de mando. Ambos fueron invitados por el gobierno argentino pero Claver – Carone dijo que no le habían avisado. Con ese argumento levantó toda su agenda y le concedió una entrevista al diario Clarín para ventilar sus críticas. «Desafortunadamente, debido a unas invitaciones y a algunas sorpresas que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No voy a tener las reuniones de trabajo que tenía programadas para mañana», dijo el funcionario, que también transmitió su malestar ante la posibilidad de que Fernández le otorgue el estatus de refugiado político. Claver – Carone es uno de los funcionarios que impulsa una intervención militar en Venezuela para derrocar a Maduro junto a Elliot Abrams, representante especial del Departamento de Estado para el país caribeño.

El portazo del funcionario no implicó la suspensión del encuentro. En su lugar estuvo Kozak, segundo del subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly, que recibió a Massa en Washington el 5 de octubre para plantearle la agenda de intereses de la Casa Blanca respecto a la gestión de Fernández. O’Reilly es uno de los principales encargados de administrar la relación con Argentina y desde septiembre es secundado por Kozak, que ya trabajó para los presidentes republicanos Ronald Reagan y George Bush.