El gobierno de María Eugenia Vidal dejará abierta mañana la paritaria con los gremios docentes. La negociación, que será clave para saber si arrancan o no las clases el 6 de marzo, se anticipa conflictiva por la eliminación de la paritaria nacional y por la intención oficial de fijar un 18% de aumento, como acordaron con los gremios estatales bonaerenses. En La Plata ya evalúan fijar la suba por decreto si no hay acuerdo.

La reunión fue convocada para las 15 en el Ministerio de Economía. En ese ámbito, el Frente Gremial Docente –cuyos socios principales son SUTEBA y FEB– expondrá los reclamos ya conocidos por Vidal y sus ministros: que les reconozcan el poder adquisitivo en 2016 antes de hablar del incremento 2017. El año pasado, la suba fue del 34,6% y los sindicatos dicen que quedaron entre 8 y 10 puntos abajo.

Los docentes saben que el gobierno busca replicar la «paritaria testigo» que logró con los estatales, en línea con la inflación proyectada por Nación. Ese acuerdo consistió en una suba anual del 18%, en cuatro cuotas y con cláusula gatillo atada a la inflación. El titular de SUTEBA, Roberto Baradel, y su par de FEB, Mirta Petrocini, ya dijeron que es inaceptable y reclaman una suba del 25%, más el 10% extra por 2016. El salario mínimo hoy es de 9800 pesos y aspiran a que supere los 13.155 pesos, la línea de pobreza que marca el Indec.

La pulseada será difícil y en la gobernación ya preparan un plan B por si no hay acuerdo: fijar la suba por decreto. «Si Baradel quiere cerrar la paritaria, cerramos. Ahora si quiere ser el jefe de la CTA unificada no va aceptar nada que le ofrezcamos», sintetizó una fuente oficial a Tiempo para argumentar que los gremios jugarán políticamente en el año electoral.

Del otro lado, Baradel dijo a este diario que «para Cambiemos no manejarse políticamente es aceptar bajar los salarios sin discusión» y advirtió que el conflicto más grave se dará por la eliminación de la paritaria nacional porque «incumplen una ley y dejan librada a su suerte a los chicos y docentes de cada provincia, lo que es volver a los ’90». Por último, dijo: «No nos sorprendería que cierren la paritaria por decreto porque son autoritarios y estarían muy cómodos gobernando en el marco de una dictadura».