A pesar de las cancelaciones por la crisis del coronavirus, el clamor de justicia que demanda «¿Quién mató a Marielle?» y «¿Quién la mandó a matar?» sigue vigente y trasciende las fronteras del Brasil. La petición motorizada por Amnistía Internacional para presionar al gobernador de Río de Janeiro y al procurador general del Ministerio Público estadual para que activen la búsqueda de los autores intelectuales del asesinato de la activista y concejal de Río de Janeiro, Marielle Franco, junto con el chofer Anderson Gomes, recolectó cerca de un millón de firmas.

Un año después de la detención de los autores materiales, la Justicia anunció el martes que se realizará un juicio por jurados a los expolicías Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz, acusados el primero de efectuar los disparos, y el segundo de conducir el automóvil que se paró junto al que transportaba a Marielle en una calle del tradicional barrio de Lapa para efectuar el ataque.

La decisión de la Justicia fue bien recibida por la familia y las organizaciones de Derechos Humanos, aunque criticaron la forma en que se maneja el caso. Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) en Brasil, se quejó de que no haya comunicación directa entre las instancias judiciales y los principales interesados en la causa y que suelen enterarse de las novedades a través de los medios de comunicación.

«Las autoridades tienen un deber de transparencia; deben informar a la sociedad y actualizarla, y hasta el momento no han hecho nada a ese respecto y no sabemos cuál es la excusa», aseguró Werneck.

Los brasileños que esperan respuestas sobre el crimen confían en que la cancelación de los eventos no frenará el impulso en la búsqueda de justicia y que el legado seguirá esparciéndose. «Además de gigante, Marielle es semilla. Su historia inspira y aún ilumina, como lo hacía ella en vida, para que nazcan muchas otras Marielles en Brasil y en el mundo», expresó su hermana, Anielle, quien dirige el Instituto Marielle Franco.

Fue ella la encargada de anunciar que los actos masivos callejeros que pensaban realizarse ayer sábado, cuando se cumplieron dos años de la masacre, debieron suspenderse a partir de declaración de pandemia por la OMS y el incremento de casos de coronavirus en el Brasil. La idea era realizar actos masivos a lo largo de la ciudad donde Marielle militó y luchó toda su vida por los derechos de los pobres de la favela, defendiendo y reivindicando su condición de negra y lesbiana. Los organizadores pidieron que se mantuvieran los homenajes simbólicos en más de 700 lugares en el mundo. «Es una noticia que nos entristece mucho comunicar, ya que sabemos de la importancia de estar juntas en este día para mantener viva la memoria, la lucha y el legado de Marielle. Para mostrar que nuestro grito por justicia sigue cada vez mayor», lamentó Anielle, hermana menor de la dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

La directora del instituto destacó que debido a la propagación de la enfermedad y la previsión del aumento de casos, «serán las personas más pobres, en general mujeres, personas negras y habitantes de favelas y periferias quienes estén más expuestas al virus que aún no tiene vacuna», personas, destacó Anielle, por las que Marielle luchó «toda su vida».   «


Lagarde empezó con críticas en el BCE


La exdirectora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, reprobó su primera presentación como presidenta del Banco Común Europeo (BCE) y recibió una andanada de críticas de funcionarios de países que consideran que sus declaraciones crearon «incertidumbre en los mercados» y caídas históricas en las bolsas.

Lagarde anunció el jueves medidas del BCE para evitar una oleada de quiebras de bancos y empresas, pero no se alteraron las tasas de interés, como algunos habían anticipado. La decisión contrasta con las bajadas drásticas de los tipos anunciadas por la Reserva Federal estadounidense y por el Banco de Inglaterra, entre otros bancos centrales. Tampoco gustó que dejara en manos de los Estados lo esencial de la respuesta sanitaria y económica a la crisis del coronavirus. Sus respuestas burocráticas sobre la deuda italiana, despegándose de medidas regulatorias que involucren a la entidad, llevaron a Stefano Patuanelli, ministro italiano del Desarrollo Económico, a decir que Lagarde causó «la mayor caída en la Bolsa de Milán».

El primer ministro de Italia, Mateo Renzi, agregó: «Tenemos que dar a las familias, a las pequeñas y medianas empresas, liquidez, y no respuestas burocráticas». «