A Talleres, en Córdoba, a modo de broma lo llaman Tachuca. Es la unión entre el nombre del club y el Pachuca, un grupo mexicano ligado al fútbol que invierte en al menos cuatro equipos de América Latina: Pachuca y León, de México; Everton, de Viña del Mar; Talleres, y también posó sus ojos sobre el Once Caldas, de Colombia. La cara visible de esa fusión es Andrés Fassi, un cordobés de 54 años, presidente de la T y vice del grupo Pachuca. Fassi lleva 90 vuelos entre México y Argentina en 27 meses, y habla con tonada cordobesa pero pronuncia ‘futból’ como un mexicano. Desde que llegó a Barrio Jardín, a finales de 2014, Talleres pasó del Argentino A a Primera.

–¿Quién es Andrés Fassi?

–Un apasionado del fútbol. Tengo la bendición de estar hace 35 años relacionado a este medio. Lo hice durante 14 años en la cancha, como preparador físico y como entrenador. Y ahora llevo 23 como dueño, dentro de una estructura que empezó siendo muy chica en segunda división del fútbol mexicano pero que a través de 20 años se ha transformado en un modelo para seguir en el mundo. Llegué a Talleres para generar lo mejor para una institución que amo como cordobés e hincha.

–¿Qué le pondría al fútbol mexicano de lo que tiene el argentino y viceversa?

–Si nosotros pudiéramos conjuntar la pasión del fútbol argentino en la estructura del fútbol mexicano estaríamos hablando del mejor fútbol del mundo. Yo creo que es mucho más para poner en el fútbol argentino la estructura de los clubes mexicanos y la organización de la Federación Mexicana y de su liga.

–¿Por qué cree que existe la desconfianza de que entren los privados al fútbol?

–Creo que por falta de transparencia. Si agarrás las 30 mejores ligas del mundo, el único país que no ha aceptado a las sociedades anónimas o las inversiones en una manera metódica es Argentina. Estamos en un fútbol donde el 80% de las instituciones tienen deudas impagables, con AFA, con proveedores, con el fisco. Eso te habla de que necesitamos un modelo de gestión totalmente distinto.

–¿Un modelo de gestión totalmente distinto serían las sociedades anónimas?

–Un hombre como el presidente de la República que ha tenido un paso por el fútbol de éxito, y no sólo de éxito sino que su impronta y su capacidad lo han llevado a este lugar, nos está enviando un mensaje de que dentro de la estructura del fútbol tiene que haber un cambio que debe ser radical. Habrá que ver si la manera son las sociedades anónimas, mixtas, de inversores, habrá que buscarle la adaptación para lo que es la historia, la idiosincrasia y la cultura del fútbol argentino.

–Está la sospecha de que más allá de que a usted lo votaron los socios, lo de Talleres es un gerenciamiento encubierto.

–Talleres no encubre absolutamente nada. Hasta hoy, es una institución en la que en forma personal, y gracias al apoyo de mi grupo, hemos apostado por una inversión muy significativa. Lo que hicimos fue transparentar un montón de situaciones encubiertas que hay en otros clubes. Yo asumo patrimonialmente todas las decisiones que tomo en el club.