El eje del primer informe del año del jefe de Gabinete, Marcos Peña, tuvo al ministro de Finanzas Luis Caputo y sus vínculos con sociedades offshore no declaradas a la hora de ingresar a la función pública.

El cruce fue protagonizado por Peña y diputados del kirchnerismo.  Ante los cuestionamientos del bloque más nutrido de la oposición – al que se sumaron el interbloque Argentina Federal y el Massismo – el funcionario, en un rapto de originalidad, disparó: “La corrupción son los bolsos de López”, y agregó: “Ratificamos absolutamente al ministro Caputo como ministro de Finanzas. Ratificamos su integridad, honestidad y transparencia en la función”.

Envalentonado y ante un pedido puntual del presidente del interbloque Argentina Federal, Pablo Kosiner,  Peña desafió: “respecto a su pedido de que el ministro Caputo pueda concurrir al Congreso, a una Comisión, para hablar de cuestiones de deuda como de las denuncias sobre su persona le puedo decir que no tiene problemas en venir al Congreso. La semana próxima pueda estar acá y contestar todas las preguntas que tengan”.

Peña fue un paso más allá y defendió los vínculos con las offshore. “Esta idea estratégica de tratar de plantear que las offshore es corrupción…no. La corrupción son los bolsos de (José) López, señores. La corrupción que hemos visto durante su gobierno; y la gente ya saldó esa discusión”, disparó Peña.

Y siguió: “Pero la diferencia es que hoy hay un gobierno que tiene la valentía, con el presidente a la cabeza, a trabajar con la justicia desde el día uno. No tenemos nada que ocultar. Estamos muy tranquilos de lo que vinimos a hacer, que es trabajar para los argentinos”.

Al momento de las preguntas, Gabriela Cerruti (FpV-PJ) resaltó que el 10 de diciembre de 2015, Caputo “era dueño de esas empresas” y que tres días después “acordó cuánto iba a valer el dólar futuro; cuando ya sabía que Axis tenía una cantidad invertida en dólar futuro”.

“Llevaba muy poco tiempo yéndose de esas empresas cuando desde el Fondo de Garantía de Sustentabilidad le compraron a Axis los Lebac, en vez de comprárselos al Banco Central”, subrayó la legisladora, quien además detalló que con esa operación “la empresa de Caputo ganó 698 millones de pesos y la empresa de su mujer ganó 34 millones de pesos”.

Y agregó: “Los bolsos de dinero que salen de la Casa Rosada a Wall Street, y van y vienen, son los del ministro Caputo y las únicas cuentas offshore que hay son la del ministro Caputo, el presidente Macri y toda su familia”.

A su turno, Axel Kicillof sostuvo: “Si alguien abre una cuenta en un paraíso fiscal es porque esconde algo y no quiere pagar impuestos. ¡Es una guarida, una cueva, es sucio, turbio! ¡No pueden gobernar así!”. “Al señor Caputo no paran de encontrarle cosas, es lo de (Valentín Díaz) Gilligan multiplicado por 10. Lo que pueden hacer es apartarlo”.

Por su parte, José Luis Gioja cuestionó también a Caputo, diciendo que no podía creer que quien hasta el 30 de noviembre de 2015 “representaba los intereses que pujaban para cobrar la deuda, que estaba insertado en cuanta offshore había, ese personaje no puedo creer que a partir del 10 de diciembre se siente en otra silla y empiece a defender los intereses de Argentina en contra de los que antes defendía. Es una conducta que no se condice con la que tiene que tener un funcionario”. Y concluyó recomendando que a Caputo “lo tienen que mirar de arriba abajo y por ahí mandarlo a la casa”.

María Emilia Soria no fue menos calificó a Caputo como “un delincuente de guantes blanquísimos, un evasor fiscal, un timbero con los recursos del Estado y un pésimo ejemplo para que se largue esta lluvia de inversores que esperan”.