Las señales se suceden, tanto en las calles –donde el flash mob de “Si vos querés, Larreta también” se convirtió en un hit- como también en las cenas organizadas en restaurantes emblemáticos de la ciudad. Son señales de que esta vez, al menos lo parece, la candidatura a jefe de gobierno de Matías Lammens va en serio. De que tiene chances de disputarle una segunda vuelta al alcalde porteño y, para algunos, futuro hombre fuerte del posmacrismo: Horacio Rodríguez Larreta.

El miércoles por la noche, en el tradicional Club Español de la calle Bernardo de Irigoyen, un arco diverso de personalidades de la política, las leyes, el periodismo y el teatro respaldó de cuerpo presente al propio Lammens. El postulante del Frente de Todos, figura central del evento, se sentó en la cabecera de la mesa principal: lo flanqueaban, a ambos lados, el diputado Leopoldo Moreau y una de sus hijas, Carmela, ambos dirigentes del Radicalismo Popular.

La convocatoria a compartir una cena con platos de la gastronomía ibérica y apoyar al titular del Club Atlético San Lorenzo reunió al ex senador nacional por Corrientes Eugenio “Nito” Artaza, también actor y humorista; al secretario general de La Bancaria Sergio Palazzo; al jurista Robertino Carlés, especialista en Derecho Penal y Criminología; al abogado Daniel Llermanos.

La lista de comensales se completaba con la actriz Graciela Dufau; su colega Arturo Bonín; el gremialista Adrián Mastronicola (secretario adjunto de la seccional Buenos Aires de La Bancaria, titular de la Casa Radical Carlos Bello); la abogada Mariana Barbitta, presidenta de la Asociación de Mujeres Penalistas de Argentina (AMPA), entre otros. Desde el ámbito de los medios también estuvieron las y los periodistas María Seoane, Telma Luzzani, Claudio Villarroel y Antonio Fernández Llorente.

La principal articuladora de esta saga de contactos, los iniciales y los por venir, es Carmela Moreau. Asesora parlamentaria en el Congreso, con experiencia gremial en la Asociación del Personal Legislativo y formación en periodismo, Carmela es la cuarta por orden de nacimiento entre los cinco hijos de Leopoldo. A los doce años empezó a militar en la Juventud Radical de la provincia de Buenos Aires, distrito al que está asociado su apellido, al menos entre la galaxia radical.

“Las candidaturas de Matías (Lammens) y de Gisela (Marziotta), junto a la ampliación de la oferta electoral y política que representa el Frente de Todos, con la presencia de Pino (Solanas), (Victoria) Donda y (Claudio) Lozano más el aporte que hacemos del radicalismo popular, interpela sin dudas a un electorado más amplio que el que históricamente pudieron interpelar el peronismo o el FpV en la ciudad”, planteó Carmela en diálogo con Tiempo.

“Hay un electorado que en el último tiempo se quedó huérfano y que ve en Matías Lammens una esperanza. Porque es un candidato que los interpela. Además, se volvió a hablar de una agenda específica de la ciudad. Ahora no sólo damos la disputa por un modelo nacional: se recuperaron los temas de la vivienda, de los espacios verdes, de la obra pública y, de la ciencia y la tecnología en la ciudad”, planteó la joven radical (37 años).

Entre los comensales que compartieron la cena en el Club Español circula cierta expectativa, basada en un diagnóstico común: creen que ante la asimilación de Martín Lousteau al PRO, tanto por su labor en el Parlamento como por su desempeño como embajador en EEUU en los inicios del mandato de Macri, un sector del electorado progresista o independiente que no se siente representado por la cultura política del peronismo podría verse expresado por alguien con el perfil de Lammens. El propio candidato nunca ocultó su valoración positiva de la figura de Raúl Alfonsín: basta con repasar sus redes sociales.

Radicales entre Todos

Según los organizadores del evento, la intención de reunir a Lammens con un espectro plural de representantes de la política, pero también del Derecho, los medios y la actividad académica, seguirá en las próximas semanas con una serie de reuniones políticas, algunas de ellas se concretarán inicialmente en el marco de contactos informales, con un formato bastante reservado.

Según pudo saber Tiempo, el objetivo es poner en contacto al candidato a jefe de gobierno del Frente de Todos con una serie de dirigentes y referentes intermedios del radicalismo en la ciudad que, con discreción y bajo perfil, tantean sumarse al Frente de Todos a nivel nacional y en la ciudad tras la constatación del fracaso político de Cambiemos. Se trata, en particular, de aquellos integrantes de la UCR porteña que en los últimos años mostraron cierta distancia respecto de Enrique “Coti” Nosiglia.

Como se sabe, Nosiglia controla el sector mayoritario del radicalismo de la CABA. Otro nombre fuerte de esa corriente, que con sus matices estuvo ligada a Cambiemos -y que a partir de allí promovió la figura de Martín Lousteau- es Emiliano Yacobitti. Yacobitti es el presidente de la UCR porteña. Se lo considera el delfín de Nosigilia.

En desacuerdo con esa política de acercamiento con el macrismo, una alternativa que no estuvo exenta de tensiones y pujas de poder, otro arco de dirigentes y militantes de la UCR siguió con cierta expectativa los movimientos de Moreau desde que se convirtió en uno de los hombres de confianza de Cristina Fernández para los debates en el ámbito judicial y de inteligencia.

Electo diputado nacional en 2017 por el kirchnerismo (Unidad Ciudadana), a cargo desde entonces de la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara Baja, Moreau tiene fama de buen polemista.