Los cuatro socios fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se reunirán mañana en Montevideo. Así lo informó el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, quien aclaró: «Vamos a definir cómo afrontar estos seis meses que vienen. Quizá podemos ir revisando el protocolo de adhesión de Venezuela para subsanar esta situación de la presidencia y podría tranquilamente seguirse el orden alfabético y Argentina tomar la presidencia».

Se desconoce la posición que asumirá Venezuela, país al que le toca ejercer la presidencia pro témpore del bloque hasta fin de año, luego del salida de esa conducción de parte de Uruguay, pero que no pudo asumir por la férrea oposición de algunos de los países socios . Se supo en Buenos Aires, que Argentina propondrá la figura de una «presidencia colegiada», una idea con la que aspira a rescatar al bloque sudamericano de la virtual parálisis.

La propuesta de Argentina está contenida en una nota que la canciller Susana Malcorra envió a sus colegas de la región. Los informantes de la Cancillería dijeron una conducción «colegiada» a cargo de los coordinadores de cada país puede sacar al Mercosur de su crisis y diluir las complicaciones que surgen en las negociaciones que se están manteniendo con la Unión Europea para lograr acuerdos comerciales, algo que también se quiere concertar con la India y la Alianza del Pacífico.»Se debe evitar un papelón internacional y darle argumentos, por ejemplo, a Francia e Irlanda, quienes más resisten abrir sus mercados agrícolas en un eventual acuerdo comercial», aseguraron fuentes argentinas.

En la misma dirección, el gobierno interino de Brasil apoyó rápidamente la iniciativa. Es más, el canciller José Serra dijo que en Venezuela «no existe la democracia». Apuntó: «Nosotros consideramos razonable que se forme una comisión de embajadores que representen a todos los países del Mercosur para dirigir informalmente el bloque hasta fin de año, cuando deberá asumir la presidencia rotativa del presidente de Argentina, Mauricio Macri».

Según Serra, Brasil, Argentina y Paraguay comparten «más o menos el mismo punto de vista» sobre la presidencia de Venezuela en el Mercosur, mientras que encuentran resistencia a su posición en Uruguay.