La Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe, llegando al 10%, y nueve de cada diez alimentos que se publicitan durante los programas infantiles de la TV local tienen bajo valor nutritivo y alto contenido en grasa, azúcares o sal. Así lo informaron hoy la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en el marco de la “Semana por los derechos del niño”. 

Las entidades llamaron a “garantizar el derecho a una alimentación saludable en los niños, en momentos en que Argentina tiene una de las tasas más alta de sobrepeso infantil en América Latina, lo cual puede comprometer la salud de generaciones futuras”. Y acordaron “trabajar en forma conjunta en iniciativas que buscan promover el acceso a una alimentación saludable”. Hoy mismo, en su asunción como nuevo ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, sostuvo que el foco de la gestión “va a ser la malnutrición y la obesidad infantil”. Debe serlo, porque la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidad refiere a “poner fin a todas las formas de malnutrición”. Y nuestro país es uno de los firmantes.

El sobrepeso infantil es un problema de salud pública en la Argentina, que con 9,9% contiene la segunda tasa más alta en menores de 5 años de América Latina y el Caribe, según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por OPS/OMS y la FAO. Una de las causas es que el mal consumo está naturalizado. Un análisis de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) indica que nueve de cada diez alimentos que se publicitan durante los programas infantiles de la TV argentina “tienen bajo valor nutritivo y alto contenido en grasa, azúcares o sal”. 

Para la OPS/OMS y la SAP, la obesidad y el aumento del sobrepeso ya constituyen una “epidemia” en el continente. El sobrepeso y obesidad aumentan los riesgos de tener enfermedades coronarias, ACV, diabetes, cáncer (de endometrio, mama, colon, hígado o riñones), y trastornos como osteoartritis e hipertensión. Entre 2007 y 2012, el sobrepeso en adolescentes de 13 a 15 años creció en nuestro país un 17%: pasó del 25% al 29%. “El consumo de alimentos ultraprocesados -con cantidades elevadas de sodio, azúcares, grasas, añadidos en la fabricación, como pueden ser snacks y bebidas azucaradas-, es un importante contribuyente”, remarcaron. Y reclamaron regulaciones “para proteger a los niños de la publicidad de productos alimenticios y bebidas con altos contenidos de azúcar, grasas y sodio, que además son promocionados como saludables y utilizan personajes animados para captar la preferencia de padres y niños”.

¿Qué medidas pueden implementarse? Los especialistas recomiendan pensarlas desde el nacimiento, con la promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y la incorporación de alimentación complementaria adecuada durante toda la primera infancia. “En la etapa escolar es necesario avanzar en la protección de los entornos escolares, de manera de evitar la oferta de productos ultraprocesados y promover la preparación de alimentos saludables en los comedores. El acceso a información clara sobre los alimentos también resulta clave, a través de medidas como el etiquetado frontal de los productos, que adviertan a los consumidores sobre el exceso de azúcar, grasas y sal para proteger el derecho de los consumidores a elegir lo que prefieran para sus hijos”. También se mostraron a favor de establecer impuestos a las bebidas azucaradas, “para desalentar el consumo”, sobre todo en la Argentina, que se encuentra entre los mayores consumidores mundiales de gaseosas.