El cariño de una madre derriba cualquier Barrera. Ana Baldon, mamá Geremías Godoy, empezó esta semana una colecta de pelotitas de tenis para poder acondicionar todo el mobiliario del aula de su hijo, quien nació con trastorno del espectro autista (TEA).

“No pensé que iba a tener tanta repercusión. El domingo mi hermana me compartió un artículo que comentaba sobre poner las pelotitas en lo muebles de la escuela para disminuir los ruidos ya que los niños con TEA tienen mucha hipersensibilidad. Después vi un  tutorial de cómo hacerlo y me pareció una buena idea”, cuenta la mujer en diálogo con Tiempo Argentino.

Geremías Godoy, es alumno de la Escuela N° 202 Gaspar Benavento de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, donde concurre desde el jardín de infantes. Actualmente cursa 1 grado de la etapa primaria “se desarrolla bien en sus clases, pero en su caso todo ruido es molesto” explica la madre. Agrega: “Pensé que podría implementarlo para el año que viene en la escuela de mi hijo. A principio de la semana fui a comentarle la iniciativa a los directivos, les pareció una excelente idea, pero siempre y cuando sean donadas ya que la escuela no cuenta con los recursos para comprar”.

El objetivo es minimizar los ruidos que hacen las patas de los bancos y las sillas en el aula y así ayudar a que Geremías pueda concentrarse en sus actividad escolar. 

 “Me alegra y emociona poder ayudar a otros niños, saber que podés ayudar en su aprendizaje es importante. Y me han dicho que es un buena idea y me agradecen ya que tienen la esperanza de que en otras escuelas puedan implementar esta idea”, menciona la mujer a al ser consultada por las repercusiones de la actividad solidaria.

Ana Baldon termina el diálogo, compartiendo una anécdota y un fragmento del desempeño diario de Geremías : “Tiene una rutina diaria. Se levanta para ir a la escuela, hay días que cuestan y otros no tanto pero generalmente con anticipación lo logra. Tiene acompañante las cuatro horas que está en la escuela y tiene buen desempeño escolar (ha tenido sus días, por eso la idea de minimizar los ruidos, según comenta la acompañante hay veces que no quiere entrar al aula o se tapa sus oídos). A veces, después del mediodía  realiza otras terapias como psicología, terapia ocupacional o fonoaudiólogía, que este año no tuvo porque su lenguaje es bueno por ahora. Así que para bajar su ansiedad y ocupar su tiempo en  algo que disfruta buscamos que haga teatro, que le encanta y va siempre feliz. Lo diagnosticaron a los 4 años pero yo ya venía viendo que algo pasaba desde que comenzó a caminar porque no me miraba cuando le hablaba y caminaba haciendo un circuito con su cabecita para el costado».