El próximo jueves se reunirá el Consejo Directivo de la CGT. Se espera una definición sobre una medida de fuerza en las primeras semanas de agosto. Si bien la intervención del sindicato de Canillitas impulsa esta decisión, diversos sectores sindicales ya venían evaluando la posibilidad de una acción. El cierre de empresas y los centenares de despidos en el último mes no dejaron mucho margen para dilaciones.

El hecho de que uno de los miembros del triunvirato, Juan Carlos Schmid, haya decidido recurrir a su organización de base (la CATT) para presionar al Consejo Directivo es un reflejo de que el diálogo al interior de la conducción no atraviesa su mejor momento. El titular de Canillitas, Omar Plaini, reclama un cese de actividades con movilización. La Corriente Federal kirchnerista, que no integra la conducción, ya resolvió una marcha el 7 de agosto pero mostró disposición a reprogramarla si hubiera una medida común.

Fuentes de la CATT trataron de bajar el tono planteando que la iniciativa responde a reivindicaciones propias aunque reconocieron que «la reunión va a estar picante porque Schmid va a defender la moción hasta el final». De 24 miembros, al menos 11 corresponden a sindicatos del transporte.
Una de las paradojas de la situación política, sin dudas, la constituye el hecho de que luego del paro nacional del 6 de abril, la conducción de la CGT no ha dejado de retroceder en su influencia. Así lo demuestra su escasa presencia en las listas por un lado, y los ataques a las organizaciones sindicales y los avances del gobierno sobre las condiciones de vida de los trabajadores, por el otro. 

Esta situación influye al interior de la central obrera, al punto que «la CGT está viviendo un pico de tensión interna entre los dialoguistas y los que plantean un escenario de confrontación», según una fuente consultada.

El impasse del triunvirato genera, además, rumores acerca de una posible renovación que devuelva protagonismo a una conducción que, en menos de un año, sufrió un fuerte desgaste producto de su parálisis frente al ajuste del gobierno. La convocatoria a un plenario de secretarios generales podría ser la vía para relanzar a la CGT e, incluso, integrar a los sectores vinculados al MASA y hasta algunos ligados a las 62 Organizaciones lideradas por el difunto Gerónimo «Momo» Venegas. Mientras, el ajuste sigue haciendo estragos. «