Se venció el plazo que tenían la Cooperativa Bauen y Mercoteles SA para llegar a un acuerdo sobre el inmueble donde funciona el emblemático hotel y ninguna de las dos partes hizo presentación alguna en el despacho de la jueza Paula Hualde. Esto implica que la magistrada dará curso al expediente y muy probablemente notifique a la cooperativa que debe abandonar las instalaciones.

De acuerdo con la resolución del Juzgado Comercial 9, de 2017, la jueza esperaba que las partes pudieran llegar a un acuerdo en el plazo de siete días hábiles, en una disputa legal que lleva casi 20 años. La citada resolución indicaba que Mercoteles debía hacer un pago de 3 millones de pesos a la cooperativa, lo cual fue siempre rechazado por los trabajadores, que consideraron irrisoria la suma. La idea de la jueza era que en esos siete días la empresa intentara seducir a los trabajadores con una oferta más jugosa, lo cual no ocurrió.

«La convicción de los trabajadores del Bauen fue siempre la continuidad de la cooperativa. Más allá del vencimiento del plazo, continuamos trabajando como siempre», aseguró a Tiempo Federico Tonarelli, referente de la Cooperativa Buenos Aires Una Empresa Nacional.

El espacio cooperativo está integrado por cinco cooperativas: Bauen, El Descubridor, Revista Cítrica, Garganta Poderosa y La Dignidad; además de continuar con sus actividades habituales, genera acciones de solidaridad y prepara actividades para una campaña en defensa de los puestos de trabajo, que equivale a la permanencia en el hotel. Ahora, la pelota está en manos de la jueza Hualde.

Ante el ultimátum judicial sobre la emblemática cooperativa, los trabajadores recibieron en la última semana la solidaridad de distintas personalidades de la cultura, la política, del mundo gremial, de empresas recuperadas y de organizaciones sociales y de Derechos Humanos. Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Hugo Yasky, de la CTA; el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y las empresas recuperadas de cerámicas, que también encaran su propia lucha (ver aparte), fueron de la partida.

El conflicto se inició en 2001, cuando quebró la empresa Solari SA. Meses después, apareció la empresa Mercoteles SA como nueva dueña. La sentencia de desalojo del Hotel Bauen está firme desde 2007. Luego, hubo distintas instancias judiciales, entre apelaciones, confirmaciones de fallos y presentaciones a la Corte Suprema. En 2016, la sanción de la Ley de Utilidad Pública y Expropiación por parte del Congreso parecía solucionar el conflicto, pero el presidente Mauricio Macri la vetó.

«La Ley decía que el Estado expropiaba el edificio y abonaba esa expropiación con los créditos a favor que tiene por las viejas deudas hipotecarias de Solari SA (41 años sin pagar una cuota del préstamo obtenido en 1978). De esta forma, el Estado recuperaba un activo y otorgaba en comodato la gestión del hotel a la cooperativa», detalló Tonarelli y agregó: «La Ley no nos regalaba el edificio, sino que legalizaba la gestión de la cooperativa. Macri la veta con argumentos falaces, diciendo que era una erogación extraordinaria por parte del Estado».

A partir del veto, comenzó un nuevo derrotero judicial que llevó la situación a las instancias actuales.

Tres fábricas de cerámicos recuperadas pelean por sobrevivir

En Neuquén son varias las fábricas de cerámicos que cerraron y cuyos trabajadores denuncian  que fueron vaciadas por los dueños, los que despidieron sin pagar indemnizaciones.

Esas empresas fueron recuperadas por los trabajadores. Tal es el caso de Zanón, Cerámica Neuquén y Stefani, cuyos representantes se encuentran en Buenos Aires para presentar un escrito ante la Justicia y así impedir que les corten el servicio de gas, principal insumo para producir.

«Venimos por el ‘no’ al corte del gas. Camuzzi (empresa proveedora del servicio) envió una nota a un juez federal para que avance con el corte de gas en las tres cerámicas. El gas es la materia prima de los ceramistas. Camuzzi pide al juez federal que habilite el uso de la fuerza pública para cortar el gas. De esta manera, el cierre de la empresa sería automático y se quedarían miles de familias sin sustento», explicó a Tiempo Luis Kunz, delegado de Cerámica Neuquén.

Con los brutales aumentos en la tarifa del gas, que en la era Cambiemos ya superaron el 3000%, las industrias ‘gasdependientes’ deben abonar facturas millonarias que desestabilizan la estructura de costos y las vuelven inviables. «Nos han negado créditos y préstamos. Nos cierran todas las puertas», planteó Kunz. Los grandes consumidores están regulados por el Enargas, por eso el conflicto es a nivel nacional y la causa está en un juzgado federal. El viernes último, los trabajadores hicieron la presentación judicial y participaron de una audiencia pública convocada por el Frente de Izquierda en el Congreso de la Nación.

Chilavert y Edesur

El próximo sábado 13, desde las 13, se realizará un festival en la puerta de la imprenta recuperada Chilavert (Chilavert 1136, Pompeya, CABA) en defensa de las empresas recuperadas por sus trabajadores y contra los tarifazos.

«Ante los tarifazos impagables, la respuesta de Edesur a las cooperativas autogestionadas por sus trabajadores es el corte de suministro y que queden familias en la calle. En el caso de Chilavert Artes Gráficas, además de dejar a 14 familias sin fuente de trabajo, el corte de luz significa el cierre del bachillerato de adultos que funciona dentro de la imprenta, donde estudian más de 50 chicos y chicas del barrio», expresaron los trabajadores en un comunicado. Además, dentro del taller funcionan otras organizaciones sociales.

En La Plata

Camuzzi le cortó el gas a Unión Platense, una papelera recuperada por los trabajadores, por mantener una deuda millonaria producto de los tarifazos. Peligra el trabajo de más de 60 familias.