Federico Sturzenegger aprovechó la presentación del Plan Monetario 2016 para sostener sus diferencias con el Palacio de Hacienda. En su exposición ante la prensa el jueves pasado en el Banco Central, advirtió los precios avanzan a un ritmo anualizado del 33,4%, algo que el titular de Hacienda y finanzas, Alfonso Prat Gay sólo admite fuera de micrófonos. Sturzenegger indicó: «en abril vimos una desaceleración subyacente de la inflación», pero hundió expectativas: «una golondrina no hace verano», dijo. Luego agregó: «Nosotros vamos a tratar de bajarlo lo más posible, a menos del 25%» anualizado en diciembre de este año.
Consultado sobre el impacto de las altas tasas de interés en la economía, respondió: «No va a haber nada más reactivante que una baja de la inflación», porque eso va a permitir «el crecimiento a largo plazo». E insisitó: «La idea es que la tasa de interés colabore con la baja de la inflación». En ese sentido, aseguró que «en septiembre vamos a hacer una migración formal al régimen de metas de inflación. Esto tiene que ver con la comunicación que el Banco Central está haciendo (…) Va a ser un régimen de metas de inflación».

Por otro lado, Sturzenegger no descartó nuevas devaluaciones del peso al hacer un panegírico del sistemna de flotación sucia: «Le va a servir a la Argentina, que sea flexible, con intervenciones ocasionales. Había que desdolarizar la mente del Central», dijo. Y concluyó: «Esa flotación va a hacer que en un momento se desconecten los precios locales de los internacionales».