Claudio Bernabucci, responsable del Departamento Italiano en el mundo de Liberi e Uguali, está en misión en estos días en Argentina y otros países de América Latina. En su trayectoria internacional fue presidente de la ONG Movimiento Liberación y Desarrollo, consejero internacional del alcalde de Roma Francisco Rutelli, director en las Naciones Unidas, y columnista y corresponsal vaticanista de la revista brasileña Carta Capital.

-Esta vez, la Legislatura italiana duró los cinco años reglamentarios. ¿Eso habla de que la crisis se superó?

-Bueno, casi cinco años: el presidente de la República las adelantó unos meses, debido a la presión del Partido Democrático, de la derecha y del Movimiento 5 Estrellas, con lo que obligan a los italianos del hemisferio sur a votar por segunda vez en pleno verano. La crisis italiana desgraciadamente sigue, sea económica o cultural, dentro del marco mundial caracterizado por los desastres que el modelo económico neoliberal impuso a occidente.

-El Partido Democrático se mantuvo en el gobierno todo este período. ¿Por eso parte en ventaja?

-El PD, que había llegado al gobierno como expresión de la esperanza general en superar la corrupción, el mal gobierno y el personalismo de (Silvio) Berlusconi, traicionó a su electorado. No sólo no cumplió sus promesas, sino que ahondó aún más la crisis, incapaz de incrementar la ocupación y repartiendo en modo más regresivo la riqueza. Ha caído estrepitosamente en las encuestas y, en el exterior, está en franco proceso de desintegración.

-Que Berlusconi (aún sin ser candidato por estar sancionado por la justicia italiana) pueda volver a ganar, ¿habla bien de él o mal del resto?

-Habla de la confusión y la rabia de un electorado que ya no les cree a los que se presentaron como la superación del sistema de gobierno impuesto por Berlusconi. Habla de la necesidad de cambiar el modelo de acumulación y de distribución. Yo no doy por descontada su victoria, porque me parece improbable que consiga con sus aliados la mayoría de los diputados y senadores necesarios en nuestro sistema parlamentario para formar un gobierno.

-En el exterior también votan.

-Un número enorme de italianos en el exterior votan desde hace 12 años por el Parlamento, hoy llegan a ser más de 4 millones. Y en eso, la Argentina es el país con más votantes y uno de los de más alto nivel de participación: nuestra verdadera Little Italy más allá del mar.

-¿Cuál es la propuesta que Liberi e Uguali hace para estos compatriotas en el mundo?

-La aspiración de Liberi e Uguali, en que convergen diversos grupos de izquierda, ecologistas, La aspiración es la reconstrucción de un partido “popular” digno de ese nombre, progresista, centrado en la cuestión del trabajo y la defensa de la soberanía popular. No es poco, creo, en tiempos de desempleo y precariedad, crisis de la democracia y sometimiento de los ciudadanos en todo el mundo.

-¿Quién es Pietro Grasso?

-Pietro Grasso es el presidente del Senado que lidera Liberi e Uguali desde el 3 de diciembre. Antes había sido el juez que descabezó la mafia siciliana en los años ’90 (con la prisión de Totó Riina). Luego fue por ocho años el jefe de la Dirección Nacional Antimafia, que entre otros logros, capturó a Bernardo Provenzano , el heredero de Riina. Por lo tanto, es una figura institucional y política respetada por todos y, al mismo tiempo, un “muchacho de izquierda” de 72 años, como él se definió.

-Difícilmente puedan ganar, ¿a qué aspira Liberi e Uguali?

-Liberi e Uguali se ha formado hace un par de meses, apenas. Y ese adelanto de las elecciones de que hablábamos busca evitar, precisamente, que sigamos creciendo. Las fuerzas que integran el Gobierno y la derecha italiana saben que tarde o temprano el electorado que hoy está indeciso nos va terminar votando y que –con nuestros ideales y programa– podemos motivar a muchos otros, que hoy se abstienen. «