“La libertad de expresión tiene sus límites”. La frase es de Roxana Lizárraga, funcionaria del gobierno de facto boliviano. Más precisamente, su ministra de Comunicación.

En rueda de prensa, Lizárraga fue consultada sobre la labor de la radio Kawsachun Coca, una de las emisoras del Sistema Nacional de Radios de los Pueblos Originarios (RPO’s), que impulsó el presidente depuesto Evo Morales, y se despachó sin pruritos con su ataque a la libertad de expresión en el país andino-amazónico: «Kawsachun Coca es una de las radioemisoras que no cumple con el objeto con la que ha sido creada, una ‘RPO’ que debería servir para la información, para la educación, para que brinde un programa que pueda superar en el trópico de Cochabamba a sus habitantes, enseñándolos, educándoles, informándoles con la verdad (sic)».

La titular de Comunicación añadió que se permitió a esta radio seguir operando, sin embargo advirtió que la libertad de expresión tiene límites: «Nosotros hemos permitido que esa radio siga funcionando, eso es parte de la libertad de expresión, no hemos apagado esas voces sediciosas que siguen llamando a la confrontación, eso es libertad de expresión, pero también la libertad de expresión tiene sus límites y también hay que actuar de frente cuando existen problemas que puedan de alguna forma mal informar al pueblo de Bolivia, buscando proteger gobiernos corruptos, proteger hechos de narcotráfico, también se tendrán que tomar acciones contra eso».

La emisora, a través de las redes sociales, denunció que Lizárraga había ordenado decomisar los equipos de transmisión de la radio en San Ignacio de Moxos: «El Ministerio de Comunicación de este gobierno de facto decomisó equipos de transmisión de Kawsachun Coca, una de las radios rurales más importantes de Bolivia, este equipo fue dotado el 2005 por el gobierno de Evo Morales, ¡la emisora pide ayuda!”

Durante este jueves, periodistas, representantes de organizaciones y dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) expresaron su repudio a los dichos de Lizárraga. En Twitter, Evo Morales expresó que el gobierno de Áñez busca acallar voces: «Repudiamos que el gobierno de facto atropelle nuevamente la libertad de expresión, al decomisar los equipos de transmisión de la radio Kawsachun Coca en San Ignacio de Moxos. Quieren acallar la voz del movimiento indígena campesino».

Por su parte, Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), también cuestionó a Lizárraga y dijo en su cuenta de Twitter que «los ‘límites’ que propone imponer la ministra de Comunicaciones de Bolivia a radios deben ser compatibles con la protección amplia de la libertad de expresión según la Convención Americana. Así como el test de legalidad, necesidad y proporcionalidad de cualquier restricción».

En tanto que las organizaciones sociales del Trópico de Cochabamba, desde donde se trasmite la señal de la emisora comunitaria, anunciaron la defensa del medio de comunicación: «Esta ministra no tiene derecho a meterse con nuestras radios y menos hacerlo desde el ministerio de Comunicación», manifestó Angélica Ponce, ejecutiva de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia.

«Lamentamos mucho la actitud de este gobierno que tanto pregonaba la libertad de expresión y ahora están acosando y deteniendo a la gente. Está eliminando de a poco la libertad de expresión en el país «, dijo por su parte el dirigente de la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales de Cochabamba (Amdeco), Héctor Arce.