Con un discurso enfocado en la corrupción y el delito, Nayib Bukele ganó popularidad en momentos en que el país era tapa de diarios por la emigración a Estados Unidos de muchas víctimas de la miseria y la violencia. Alcalde primero de Nuevo Cuscatlán con el Frente Farabundo Marti (FMLN) se presentó en los comicios de febrero de 2019 y ganó con 53% de los votos. Desde el fin de la guerra civil que no había necesidad de segunda vuelta.

Con movidas catalogadas como populistas, Bukele se acercó al Estados Unidos de Donald Trump por cierta coincidencia ideológica. Ambos provenían de la actividad privada y se mostraban como antisistema. Pero la pandemia y el cambio de rumbo estadounidense también generó diferencias. Bukele, primero crítico de China, recibió vacunas del gigante asiático y emprendió una apertura que lo muestra como el nuevo mejor amigo de Beijing.

En febrero pasado, en las elecciones de medio término, la agrupación Nuevas Ideas logró más del 66 % de los votos y se llevó 56 de los 84 curules en disputa. Dejó fuera de juego al FMLN y al derechista Arena, que habían gobernado en los últimos 30 años. El lunes pasado la Asamblea Legislativa destituyó al fiscal general y a los jueces de la Sala Constitucional de la Corte Suprema.

Las criticas internacionales no se hicieron esperar. Se trataba de un ataque a la democracia difícil de digerir. “Queremos trabajar con ustedes, comerciar, viajar, conocernos y ayudar en lo que podamos. Nuestras puertas están más abiertas que nunca. Pero con todo respeto: Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia”, se defendió.

Este jueves, un juzgado ordenó la detención del derechista Norman Quijano, pròfugo expresidente de la Asamblea, acusado de negociar favores electorales con las pandillas. Este viernes,el parlamento retiró un tributo al mayor Roberto D»Abuisson, responsable del asesinato de monseñor Oscar Arnulfo Romero, uno de los hechos que desató la guerra civil (1980 y 1992).