Luego de que la Cámara de Apelaciones de Chubut decidiera reabrir la causa de Santiago Maldonado revocar el sobreseimiento del gendarme Emmanuel Echazú y pedir medidas de investigación que le habían sido negadas a la querella, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, continuó con su política de agredir al hermano mayor, Sergio, en este caso por tener “desde el primer momento una decisión tomada sobre las causas de la muerte (de Santiago), y ha hecho una bandera donde quiere que la realidad encaje con su versión, y esto no es así”.

La ministra, una de las voces más criticadas por armar narrativas de odio, también decidió criticar al CELS porque “tienen un prejuzgamiento, siempre se presentan en vez de mediar primero para ver si una conducta fue correcta o incorrecta”, su particular versión de los hechos la llevó a concluir que “la Argentina necesita construir verdad, no lo que las personas quieren”.

Por supuesto, no evitó confundir nuevamente la función de los organismos de Derechos Humanos en su rol de control de la violencia que el Estado pueda ejercer contra las personas con el inalienable derecho que todos poseen, al afirmar que “los derechos humanos son para todos, los miembros de las fuerzas de seguridad también tienen derechos humanos”.

En la lectura que la ministra hace del fallo de la cámara aseguró que “hubo una fuerte presión para que se investigase la línea de desaparición forzada, y ahora hay que seguir investigando la de abandono de persona. Me parece que está más dirigido a los compañeros de Maldonado, que no hicieron nada”, inidicó la cuestionada funcionaria en declaraciones radiales.

“Ahora la Cámara ha ratificado que es una construcción el intento de plantear la desaparición forzada, y deja abierta una investigación, que es el abandono de persona, lo que para mi no es central, desde mi punto de vista”, especificó.

También podés leer: La justicia ordenó reabrir la causa Maldonado como posible abandono de persona

Bullrich mantuvo el relato que culpabiliza a las comunidades mapuches, aunque esta vez se cuidó de no mencionar a la RAM, uno de los inventos que surgieron desde las usinas de oficialistas en los primeros tiempos de la investigación, cuando se pretendía vincular a los mapuches con organizaciones terroristas internacionales: “Siempre sostuvimos que había que rastrillar la zona y no se pudo hacer prácticamente por el férreo dominio de la comunidad mapuche que estaba ahí, y lamentablemente 78 días después se encontró el cuerpo en el río Chubut”.

Además la ministra de Seguridad intentó resumió el contexto en que se produjo la represión de Gendarmería: “fue una protesta que cortaba una ruta. Gendarmería actuó el día anterior, luego los manifestantes volvieron a tomar la ruta y Gendarmería volvió a despejarla, e intentó detener a las personas que lo hicieron. Ellos intentaron entrar en la comunidad, ahí cruzaron el río pero la fuerza entró más tarde y no tuvo contacto físico con ninguno de los miembros del grupo”, insistió la funcionaria.