La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió a la Gendarmería al asegurar que “no se va a tirar a nadie por la ventana”, en su exposición ante la comisión de Seguridad del Senado, cuando legisladores de distintas fuerzas políticas le pidieron una explicación por la desaparición de Santiago Maldonado ocurrida hace 15 días durante un operativo de esa fuerza que depende de manera directa de la funcionaria. También insistió en que “no está probado que Santiago Maldonado estuviera ahí” porque, según explicó “estaban con los rostros tapados”. Pidió no centrarse en la hipótesis de desaparición forzada.

Durante su exposición ante la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico del Senado, Bullrich insistió en que no “interponer una única hipótesis” en relación a la eventual responsabilidad de la Gendarmería en la desaparición del joven. “No tenemos indicios de que Gendarmería haya actuado con violencia ni haya tenido detenidos”, desligó la ministra sobre la represión de fuerzas de seguridad federal en el Pu Lof de Cushamen.

Fue el senador sanjuanino Ruperto Godoy criticó la posición de Bullrich al argumentar: “¿cómo no quiere que pensemos que no fue una desaparición forzada, si la desaparición se ha producido en el marco de represión institucional y de la intervención de una fuerza de seguridad?”. “Se debería haber actuado rápido, a los nueve días recién actuó el juez. Pero mientras tanto el defensor fue al lugar y dijo que todos los indicios se corresponden con una desaparición forzada”, sostuvo Godoy.

Por su parte, el senador chubutense Mario Pais (FpV-PJ) sostuvo que a raíz del trabajo del defensor público Fernando Machado “la hipótesis prevalente es la de que estamos ante un caso de desaparición forzada. Hay testigos de identidad reservada que han dicho que en ese procedimiento ha sido apresado”.

Pero Bullrich respondió que “el juez (Guido) Otranto hasta ahora no ha catalogado la causa como desaparición forzada” y consideró que “es apresurado decir esto, queriendo culpar al Estado nacional y la Gendarmería como responsable”.

En tanto, la senadora mendocina Anabel Sagasti se quejó de que la ministra “ponga en duda la presencia de Santiago en el lugar”. “Eso es negar los hechos, y además ataca al pueblo mapuche, el comportamiento del gobierno no es improvisado y no se hace cargo”, criticó.
La ministra insistió en que no acepta “encuadrar el hecho de una sola hipótesis, no decimos que fue Gendarmería, eso se lo dejamos al juez”, se desligó Bullrich.

En una visita plagada de agresiones y chicanas, se quejó porque sostuvo que “quieren indentificar a la Gendarmería de 2017 con la de 1976” y sostuvo que “es una injusticia impulsada por una necesidad política, si hay uno que se ha excedido tendrá sanción” y criticó a la población de la zona de quienes dijo que “fue muy feo que le gritaran asesinos a los gendarmes”.

A su vez, también defendió el accionar de su jefe de Gabinete del ministerio, Pablo Nocetti, quien estuvo presente en el operativo en el que desapareció Santiago. Sin embargo, Bullrich, lo desmintió. “No es así, el jefe de gabinete del ministerio de seguridad estaba en el área realizando reuniones para analizar esta situación y dar cuenta de un problema que tenemos los argentinos y los mapuches, que es un grupo de extrema violencia”.

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