El contagio de sarampión de una beba de 8 meses que no había salido del país puso en alerta a las autoridades sanitarias ante el temor a la reintroducción de una enfermedad que en 2016 había sido considerada eliminada en toda la región de las Américas. Actualmente los ministerios de Salud de Ciudad y Provincia de Buenos Aires tratan de identificar a la persona que pueda haberla contagiado para bloquear nuevos casos y evitar que el virus vuelva a circular. El último caso autóctono corresponde al año 2000 y la última muerte había sido en 1998. 

La beba reside en el barrio de Almagro e inició los síntomas con tos y fiebre el miércoles 21 de marzo. El domingo 25 manifestó exantema (la erupción rojiza en la piel por la que es conocida la enfermedad) y fue internada en un sanatorio privado de Palermo al día siguiente. El martes se informó al Ministerio de Salud de la Ciudad que los análisis realizados correspondían a sarampión y la cartera sanitaria dispuso una investigación para dar con la fuente de contagio, al tiempo que emitió un alerta epidemiológica para estar atentos a cualquier síntoma compatible con la enfermedad (temperatura axilar mayor a 38 grados y exantema).

«El sarampión es una enfermedad cuyo único reservorio es el hombre, entonces se puede eliminar y erradicar. La única región que pudo eliminar el sarampión es las Américas, en el resto del mundo circula de manera libre. Entonces el riesgo de reintroducción es muy alto siempre que haya turismo entre las distintas regiones», explica Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). «Ahora están buscando si alguna persona que viajó a una zona con sarampión pudo haber estado en contacto con la bebé. Entonces sería un caso de virus importado y el contagio de la beba estaría relacionado con esa importación. El problema es si empieza a haber otros casos o no se encuentra ningún contacto. Entonces sí podríamos decir que son casos autóctonos porque no se puede detectar de dónde sale. Para decir que es endémico de nuevo deberían pasar 12 meses de circulación sin que se pueda interrumpir», aclara.

Según el alerta epidemiológico emitido por el Ministerio, el sarampión «es una enfermedad viral aguda, potencialmente grave, transmisible y extremadamente contagiosa». Nueve de cada diez personas susceptibles que están en contacto con el virus se enferman, añade Vizzotti. Por eso la importancia de que todos cumplan con el plan de vacunación que establece que los chicos entre 12 meses y cuatro años deben tener una dosis de vacuna triple viral; y los mayores de cinco años dos dosis de vacuna con doble o triple viral. Los nacidos antes de 1965, aclara el Ministerio, son considerados inmunes ya que entonces el virus circulaba libremente y por tanto ya cuentan con los anticuerpos. «