En esos rebusques que tiene la vida artística conoció, dando clases de teatro, a diez chicas trans pertenecientes a una cooperativa teatral que se formó con el objetivo primordial de ofrecerles a sus integrantes una alternativa laboral. “Me gustan este tipo de compromisos con el teatro que va más allá de lo expresivo, que buscan una función social integradora”, cuenta Guillermo Bergandi, que luego de su exitoso trhiller “El Marfil”, de 2004, se había alejado un poco del cine y había, entre otras cosas, dado clases en cárceles a internos del Borda y el Moyano.

“Creo que es más interesante porque las ganas que ponen es mucho mayor a las que se ven en una clase de gente que busca simplemente formación. Así fui conociéndolas y me demostraron que en cada una de ellas había algo más que contar, así que les propuse un documental, para cambiar preconceptos de los que ignoran como es la vida de un trans”, destaca Bergandi.

Esta vez Bergandi quiso retratar la manera de trabajar de esta cooperativa nacida en 2010 y como eran estas personas que conoció, más allá de lo genérico, por cómo se habían organizado para mejorar sus vidas. Bergandi revela: “Quise mostrar lo que vi en las clases: su calidez humana, sus ganas y su fortaleza. Muchas veces lo trans se mira de un lado despectivo como si no fueran personas y semejante destrato siempre me pareció injusto. Me enfoque en las personas, y creo que por eso anduvo tan bien”.

El documental se registró durante cinco meses, entre noviembre de 2014 y marzo de 2015, con entrevistas individuales y producciones teatrales filmadas. En 2016 la película de 82 minutos comenzó un extenso recorrido en espacios alternativos, muestras y más de 28 festivales, cosechando muy buena repercusión. Ganó premios en  España (en Valladolid y Sevilla), en Estados Unidos y en Colombia, entre otras ciudades de nuestro país y el mundo. “Arranco fuera de competencia en Toulouse, Francia, y por la repercusión  viajó sola por todos esos lugares y  la gente le gusto por las historias de vida”, cuenta el director.

Ahora  como cierre de todo el periplo, el estreno comercial en el Gaumont significa para Bergandi un desafío más: “Porque en el fondo de lo que habla la película es de la identidad. Buscar una identidad es algo por lo que todos pasamos. Quizás no en la sexualidad o en la autopercepción, pero a todos en algún punto nos pasa que queremos saber qué queremos ser o que somos en algún punto de nuestras vidas. Creo que más allá de lo trans este es film que hace reflexionar a cualquiera que lo vea. A mí me paso haciéndolo”.

Lo que Bergandi quería era captar momentos para mostrar cómo afrontan ese momento de querer entender quiénes son, siendo un ejemplo para toda la sociedad. “Espero que sirva para ayudar a acercar la realidad de todas la chicas trans y qué el público sienta la empatía que yo sentí dándoles clase”.

El director está terminando otro documental sobre un dúo de payasos magos que actuaron para las comunidades aborígenes Toba, Wichi y Qom en el impenetrable. Se llamara “Juglares”: “No tiene nada que ver con ‘Reina de corazones’. Muestra como en esas escuelas rurales y pueblos perdidos en el mapa la risa también sirve como idioma universal”.


«Reina de corazones», un documental de Guillermo Bergandi. Estreno: jueves 21 de febrero en el Cine Gaumont, Rivadavia 1635.