El diputado nacional y candidato de Unidad Porteña para renovar su banca por la Ciudad de Buenos Aires, Juan Cabandié, aseguró a Tiempo que el “endeudamiento es un botón de muestra” del saqueo del Gobierno. Además, sostuvo que “la gestión está llena de empresarios inhumanos” que quieren avanzar con la reforma laboral para reducir el salario a su mínima expresión.

-¿Cuál es la evaluación que hace de esta primera etapa de la campaña?
-Hay preocupación por la pérdida del empleo, por el rumbo económico en general. Hay mucha preocupación porque no se reactiva la economía. Esas son las preocupaciones que más escuchan cuando uno sale a hablar con los vecinos.

-¿Piensa que la economía será lo que finalmente termine por primar en la elección del electorado?
-Es lo determinante. Si vos te fijas el pedido de Durán Barba es que los candidatos no hablen de economía. Es un tema sensible que no pueden explicar. Si evaluamos que el concepto elegido para hacer campaña por el oficialismo es la esperanza, queda claro que no hay resultados para mostrar. Lo cierto es que el marketing no te soluciona la pérdida de poder adquisitivo del salario. La estrategia de Durán Barba no te ayuda a comprar las cosas que faltan para poder llegar a fin de mes.

-¿Cómo incide la presencia de una lista encabezada por un aliado de cambiemos como Martín Lousteau en el mapa electoral porteño?
-Yo creo Lousteau sigue siendo una embajador de Macri. Es difícil que tenga un voto opositor porque hoy apoya a Vidal y habla con Macri. Puede ser una figura distinta dentro de la oferta del oficialismo pero no es un opositor. Si hacemos memoria, Lousteau hizo todo lo posible para ser parte de la elección interna en Cambiemos y no pudo. Sólo por eso compite por afuera.

-Por primera vez les toca competir en la Ciudad con un Gobierno Nacional de otro signo político. ¿Cuando incide esto?
-Es interesante, es un aprendizaje. Nuestro deber es marcar lo que vemos mal e intentar frenar lo que son las medidas de ajuste. Lo hemos podido hacer algunas escasas ocasiones en el Congreso Nacional. Lo que más preocupa hoy, y tiene que ver con las discusiones que se darán en el Congreso después de octubre, es la calidad de vida de los vecinos. Hasta ahora no hemos tenido suerte en frenar las normas que perjudicaron a la mayoría de la gente. No toda la oposición jugó su rol y terminaron apoyando cosas perjudiciales para los vecinos, como el pago a los fondos buitres, la farsa de la reparación histórica y el blanqueo de capitales.

-¿Cuál es la agenda a la que se van enfrentar los diputados luego del recambio legislativo?
-Yo veo a un gobierno apurado por saquear la mayor cantidad de recursos, y hacerlo en tiempo récord. El endeudamiento es un botón de muestra. Seguramente el Gobierno pretenderá discutir una reforma laboral porque para ellos el salario es un costo y lo intentarán llevar a su mínima expresión. Para un empresario inhumano el salario es un costo. Y en la gestión de Gobierno está llena de empresarios inhumanos. En ese marco nosotros tendremos que avanzar con leyes que impidan los despidos, que declaren la emergencia farmacológica ante el aumento de los medicamentos y con una norma que proteja la industria nacional. Por eso decimos que no importan si nos acompañaron antes o no. Lo que importa es discutir el presente y para eso necesitamos una oposición que se plante frente al ajuste.