La aprobación de la fusión de Telecom y Cablevisión lanza al ruedo a un gigante de las comunicaciones sin igual en la Argentina y con pocos similares en la región. De allí que se haya abierto un fuerte debate acerca de si esta decisión del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) impulsará la competencia en el sector, con la aparición de nuevas empresas o si, por el contrario, convierte a la nueva empresa fusionada en una barrera infranqueable que los desanimará.

El tema es concreto: dos semanas atrás, la nueva compañía anunció a la Bolsa su intención de tomar 3000 millones de dólares en el mercado para la construcción de redes de nueva generación. Se trata de una espalda financiera que muy pocos puedan emular.

El tema pasó a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, la que deberá expedirse sobre el asunto. En medios especializados se descarta la aprobación. «Todo indica que será aprobada», señaló a Tiempo Santiago Gándara, docente de la Universidad de Buenos Aires y autor del libro Intervenciones. Medios y Estado.

El área de defensa de la competencia se encuentra en plena transformación. Un proyecto de ley que ya cuenta con media sanción de Diputados establece una nueva autoridad de aplicación y deja librado a futuras reglamentaciones criterios sustanciales para la determinación de una posición dominante en el mercado.

Si bien se trata de tiempos distintos, bien podría suceder que una nueva gestión en Defensa de la Competencia sea la que, con sus nuevas reglas, intervenga en la discusión de la fusión.

El problema de la competencia estará a la orden del día, como lo estuvo mientras el Enacom evaluaba la fusión. Para muchos analistas, habrá un dominio de mercado abrumador. Otros consideran que ese será el mal menor porque las empresas que ya están en el mercado, Telefónica y Claro, ampliarán sus inversiones para poder competir.

Entre ellos se encuentra Enrique Carrier. Este experto señaló que ambas firmas se encuentran instalando fibra óptica en diversas zonas del país a fin de poder ofrecer telefonía, datos y TV.

Telecom será la cabeza de la nueva empresa. Algunos especulan que ese será el nombre definitivo, aunque aún no está dicha la última palabra. Tampoco lo está en relación a qué hará la competencia, concretamente Telefónica y Claro.

Según expertos como Enrique Carrier estas dos firmas esperan lograr que el gobierno firme un DNU que las habilite a proveer TV por satélite, en acuerdo con Direct TV u otro operador. Desde el gobierno no confirman ni desmienten esta especie, más aun cuando la decisión va en contra de otras anteriores que el gobierno ya ha tomado como los plazos para que las telefónicas ofrezcan televisión.

Un dato interesante es que la empresa que surja de la fusión tendrá una participación minoritaria estatal, herencia de la estatización de los activos de las AFJP, que tenían acciones de Telecom, que pasaron al Fondo de Garantía de Sustentabilida. Algunos se preguntan si en la actual política de reversión de activos, el FGS no venderá su parte.

El 1 de enero arranca la carrera de la nueva regulación. A partir de esa fecha se podrá prestar el cuádruple play en el área metropolitana, Córdoba y Rosario. El Enacom puso reparo a la presencia monopólica de la empresa fusionada respecto de su competencia, especialmente en la prestación del servicio de banda ancha de Internet, aunque cuenta con dos años para corregir la situación.

El camino recorrido por el Grupo Clarín en estos dos años permite presumir que va hacia una mayor consolidación. «