Nuevamente con el tronar de las cacerolas como banda de sonido, la Cámara de Diputados debatió y aprobó otro de los proyectos de reforma enviado por el Ejecutivo y acordado con los gobernadores.

Con los ánimos aun caldeados por la reforma previsional, el oficialismo le dio media sanción y giró al Senado la reforma tributaria por amplia mayoría pese al rechazo del Frente para la Victoria y las abstenciones del Frente Renovador.  La propuesta cosechó 146 votos a favor, 77 en contra y 18 abstenciones.

El carácter técnico del debate ayudó a que la temperatura  no subiera más allá de las diferencias insalvables entre oficialismo y oposición respecto de la política económica.  

Por otra parte, sobre el final del debate, el oficialismo recogió algunas de las críticas de la oposición y dejó al costado los artículos que perjudicaban a las cooperativas y las mutuales, y también al artículo que establecía que las indemnizaciones estarían alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias.

“Estamos ante la reforma más ambiciosa y profunda que se ha hecho en las últimas décadas”, destacó aferrado al relato que baja desde la jefatura de Gabinete el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y diputado del PRO, Luciano Laspina, encargado de abrir el debate.

Laspina obvió, entre otras cosas, que la norma impone el pago de impuestos a las Ganancias a las indemnizaciones a las cooperativas y a las mutuales y le baja ese mismo tributo a las grandes empresas.

En ese relato, con más de ficción que realidad, el economista reconoció que “el punto de partida es delicado” por el “elevado déficit”, aunque omitió ponderar cuál es la responsabilidad en ese rubro de las políticas económicas impulsadas hasta hoy por el gobierno. Sin embargo, sí recalcó que la presión tributaria bajó dos puntos desde la asunción de Mauricio Macri. “Por eso proponemos que todas las reformas se hagan en un plazo gradual de cinco años”, concatenó.

Según cálculos preliminares del Ministerio de Hacienda que citó Laspina en el recinto, y al que no tuvieron acceso el resto de los diputados, la carga impositiva bajará 1,5 puntos del PBI durante ese período.

A su turno,  el exministro de Economía y actual diputado del Frente para la Victoria, Axel Kicillof, sostuvo que la reforma en discusión “le perdona impuestos a los que más ganan e intenta trasladar la carga tributaria a los consumidores y a los pobres”.

“Esta ley forma parte del ‘paquetazo’ de reformas neoliberales que el Gobierno tuvo escondido toda la campaña, y que sacó a la luz ni bien terminaron los comicios”, denunció Kicillof, miembro informante del Frente para la Victoria-PJ.

Kicillof detalló que si bien es cierto que el gobierno redujo la presión tributaria en dos puntos del PBI enfatizó que esa baja se debe a la baja en  “los impuestos a las mineras, a los grandes patrimonios, y a la amnistía a los evasores”.

Por su parte, Marco Lavagna, del Frente Renovador, intervino en el debate como si aun fuera tiempo de campaña y eligió “la ancha avenida del medio” para analizar el proyecto. El diputado renovador marcó que la iniciativa “no trabaja sobre el fondo de la cuestión, que es cambiar la matriz impositiva en Argentina”, y mencionó tanto los puntos que consideró  positivos como los negativos.

Lavagna consideró potable el impuesto a la Renta Financiera, pero cuestionó que se rebajen aportes patronales.

En tanto Diego Bossio, del bloque justicialista, atacó la simbiosis entre el gobierno y los empresarios. “Hay que exigir a los empresarios que pongan lo que tienen que poner”, y agregó: “Si no hay una vocación real del Ejecutivo y del sector empresario de invertir en Argentina, no hay ningún beneficio que alcance”

Bossio en tramo de su discurso también eligió navegar por la non tan ancha avenida del medio y remarcó: “Nos quedamos a mitad de camino con esta reforma. No termina de ser lo suficientemente agresiva”,

El otro ex ministro de Economía del kirchnerismo que habita la Cámara, Martín Lousteau, desde Evolución Radical, apuntó a la “falta de certezas” sobre el impacto de la futura ley en las provincias y se quejó del tratamiento exprés que tuvo el tema.

El diputado, en este caso, eligió repetir buena parte de los argumentos vertidos en Comisión y señaló: “No sabemos a ciencia cierta cuál es el cuerpo definitivo de lo que estamos debatiendo”.

El presidente Mauricio Macri aprovechó la conferencia de prensa que ofreció ayer en Casa de Gobierno para sostener que las leyes que se vienen, entre ellas la tributaria, servirán para sentar las «bases para sacar a todos los argentinos de la pobreza».

En una sesión que comenzó a las 17, los legisladores debaten el proyecto que, de manera análoga a lo que sucedió con la ley previsional, fue consensuado con 23 de los 24 gobernadores. Pero en buena medida, el proyecto de ley fue redactado en conjunto entre el gobierno y las grandes compañías privadas, con excepciones por el lado de la industria y de ciertos ambientes de la pequeña y mediana empresa, que objetan la letra chica del proyecto oficial.

Entre los puntos destacados de la iniciativa de Cambiemos, se cuentan la reducción del Impuesto a las Ganancias corporativas no distribuidas; la devolución anticipada de saldos a favor de IVA por inversiones; el mínimo no imponible para contribuciones patronales.

El proyecto también trata la posibilidad de gravar la renta financiera con un alícuota del 15% para rendimientos de moneda extranjera; y del 5% para rendimientos de instrumentos de renta fija en pesos.

Además, propone eliminar el impuesto a la transferencia de inmuebles para reemplazarlo por un impuesto del 15%.

La iniciativa oficial plantea también un apartado de responsabilidad fiscal, en cuyo marco impulsa la baja de la presión impositiva, el límite al nivel de endeudamiento; la reducción del gasto público; y el control de empleo estatal.

También pauta un “consenso fiscal”, que establece la eliminación gradual del 15% que se le restaba a los impuestos coparticipables. En ese marco, el gobierno y las provincias pautaron una lista de compromisos en torno a la modificación de la Ley de Impuesto a las Ganancias; el presupuesto 2018; la Ley de Revalúo Impositivo; el impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias; Asignaciones Específicas; Reformulación del Esquema de Imposición sobre los Combustibles; Régimen previsional; Nueva ley de coparticipación federal de impuestos; Nueva ley de modernización del Estado; y Compromiso de compensaciones mutuas.

Pese a que la redacción se realizó mano a mano con las grandes empresas, un documento interno de la Unión Industrial (UIA) que publicó el portal Iprofesional reveló el malestar de esa entidad con el proyecto del gobierno.

De acuerdo a esa publicación, los industriales denuncian que el proyecto presenta cambios solamente a favor del fisco, a la par que acusa que: “No se aprovechó para borrar disposiciones de la ley inconstitucionales”, entre otros puntos.

Otros puntos de controversia son los 23 y 24, que obligan a cooperativas y mutuales a pagar ganancias. En la semana, las federaciones cooperativas más importantes del país manifestaron su repudio y preocupación. Al respecto, en el debate, el diputado Carlos Castagneto expresó: «Queremos derogar esos artículos de la reforma tributaria porque las cooperativas y mutuales no son empresas y no deben pagar ganancias. Con estas leyes, los pobres serán más pobres y la clase media dejará de existir».