La propuesta de Mauricio Macri de convertir Campo de Mayo en un parque nacional fue lanzada livianamente en la Asamblea Legislativa de este jueves. Pero el rechazo de los organismos de Derecho Humanos fue contundente: en un comunicado firmado por diez entidades, que encabezaron Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, dieron un rotundo no. Y recordaron que el ex centro clandestino es prueba judicial. El rechazo redondeó el malestar y la preocupación que sobrevoló organismos y referentes durante todo el día.

“Nos preocupa que una iniciativa tan vinculada a la garantía del proceso de Memoria, Verdad y Justicia no haya sido consultada con los familiares de las víctimas que pasaron por ese centro de tortura y muerte, que hoy el presidente propone como espacio de esparcimiento”, dijeron en el comunicado.

El texto emitido en la noche del jueves lleva la firma de Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo – Línea fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Buena Memoria, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la APDH y APDH La Matanza.

En ese escrito, rechazaron el proyecto del presidente Mauricio Macri presentado por la mañana durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso de crear un Parque Nacional en Campo de Mayo, en el partido de San Miguel.

Los organismos recordaron que en esa guarnición militar funcionó durante la dictadura cívico militar uno de los más emblemáticos centros clandestinos de detención por el que pasaron más de 5.000 personas.

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En esa línea, recordaron que las investigaciones acerca de los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese regimiento continúan en curso y que los familiares esperan que los juicios den cuenta de lo que le ocurrió a sus seres queridos. “Aún buscamos a muchos bebés que nacieron durante el cautiverio de sus madres en ese centro clandestino”, señalaron.

“Campo de Mayo es un espacio de prueba para juicios de lesa humanidad que están por venir, cualquier modificación puede entorpecer el testimonio fundamental de un sobreviviente”, explicaron en el comunicado.

Y recordaron que la justicia continúa recibiendo denuncias de cuerpos enterrados en ese lugar y que son frecuentes las excavaciones para verificar si alguno de esos restos pertenecen a desaparecidos.

En este sentido, explicaron que “la iniciativa se contrapone con lo establecido por la Ley de Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado que tiene como objeto la preservación de estos espacios a los fines de facilitar las investigaciones judiciales, como asimismo, para la preservación de la memoria de lo acontecido durante el terrorismo de Estado en nuestro país”, concluyeron.

Más temprano referentes de los organismos habían manifestado su preocupación. El nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo y diputado opositor, Horacio Pietragalla, había advertido que era necesario “convocar a los organismos de derechos humanos y al Equipo Argentino de Antropología Forense porque antes de tocar algo debemos asegurarnos de que no haya restos de desaparecidos, que no haya enterramientos de los compañeros del centro clandestino de detención ni de la Tablada”.

También H.I.J.O.S. Había cuestionado a Macri porque hizo ese anuncio en el Mes De La Memoria “mientras los cuerpos de las miles de víctimas siguen siendo reclamados y los bebés nacidos en cautiverio ahí, una jóvenes, siguen siendo buscados”.

Recordaron que lo mismo había propuesto Menem para la ESMA. “No es un lugar para Parques Nacionales. No al Parque de la Reconciliación. Respeten”, tuitearon.

La referencia tiene dos décadas: el 7 de enero de 1998 el presidente Carlos Menem lanzó su propuesta de convertir el más emblemático centro clandestino de detención en un parque con el argumento de la reconciliación. Quiso imponerlo con un decreto que establecía destinar el uso público de los terrenos de la Esma sobre avenida Del Libertador, en el barrio de Nuñez, y erigirlo en un símbolo de la “unión nacional”. Reconciliación y unir a los argentinos son dos conceptos que tomaron fuerza desde la llegada de Macri a la presidencia.