Sorprendió Juan Carlos Schmid la semana pasada cuando, a contrapelo del resto de los miembros del triunvirato que conducen la CGT, planteó que en la reunión del Consejo del Salario Mínimo convocada para este martes reclamará su elevación a 15 mil pesos.

La cifra se sostiene en la Canasta Básica Total que mide el Indec y determina la línea de pobreza para una familia tipo que, en marzo último, se ubicó en $ 14.090,52.

Para que eso ocurra, y tomando en cuenta que en la actualidad el salario mínimo vital y móvil se ubica en los $ 8064, sería necesario un incremento del 86 por ciento.

El gobierno ya dejó en claro que su intención es que el incremento no se ubique muy por encima del 20 por ciento. Es la pauta que el Ejecutivo quiere devolver al centro de la escena para anclar las paritarias salariales que todavía están en debate en un contexto en el que la inflación persiste. Además, pretende cerrar definitivamente el diferendo por la paritaria nacional docente que va atada a esta discusión.

Según datos del Ministerio de Trabajo elaborados a partir del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el salario promedio en blanco bruto de los trabajadores argentinos se ubicó en marzo pasado en los $ 23.655, que equivalen a un ingreso neto de $ 19.600, mientras que, para el total de los trabajadores ocupados incluyendo los informales, según los datos de la EPH-Indec, el ingreso promedio se ubicó en $ 11.533 en el último trimestre de 2016.

Más allá del impacto político que tendría sobre el resto de las negociaciones, un aumento de la magnitud planteada por Schmid transformaría el salario mínimo vital y móvil en una variable con incidencia real en la economía, algo que en la actualidad no ocurre, puesto que los mínimos de convenio se encuentran muy por encima del monto vigente que además, por obvios motivos, no tiene impacto real en el empleo informal.

En estas condiciones, el mínimo es, apenas, una cifra de referencia para una parte del trabajo no registrado y para los docentes, porque a partir de la paritaria nacional de 2016 se fijó que el mínimo de los maestros será un 20% superior al SMVM. También impacta en el salario social complementario dictaminado por la Ley de Emergencia Social que se ubica en un 50 por ciento.

Divergencias internas

Un día después de las declaraciones de Schimd, otro miembro del triunvirato cegetista, Carlos Acuña, le salió al cruce al plantear que el reclamo de la CGT sería el de un incremento del 35%, fundamentado en un 10% por la pérdida del poder adquisitivo de 2016 más un 25% de proyección de inflación de 2017. Ese incremento llevaría el mínimo a $ 10.886, conservando esa influencia de tipo testimonial.

Así las cosas, y según pudo confirmar Tiempo a través de diversas fuentes cercanas a la conducción de la CGT, luego de una fallida reunión informal entre la conducción sindical y la cartera laboral programada para el jueves pasado, el viernes se realizó una reunión de mesa chica de la CGT para intentar acercar posiciones y llegar a la cita del martes con un reclamo común.

En ese encuentro la mesa chica habría resuelto presentar formalmente y de manera unitaria el reclamo de un salario mínimo de $ 15 mil esbozado por Juan Carlos Schmid.

La estrategia es simple: abrazarse a una posición de principio y colocar la pelota en el campo del gobierno para que este sea el que asuma el costo político de determinar un salario mínimo por debajo de la línea de pobreza: «La reunión de mesa chica llegó a ese acuerdo. Si después no lo dan veremos qué hacer. Que el costo político lo pague el gobierno», explicaron.

Según reconocieron, «el dilema es que, hoy por hoy, te corren por izquierda y por derecha: si vas a un paro por la Canasta, sos desestabilizador; si no la reclamás, sos un entregador».

Otras fuentes cercanas a la mesa chica, sin embargo, aclararon que «Schmid es un integrante más. Hubo una reunión de mesa chica y se habló de eso pero se sabe que va a ser difícil cerrar por encima de un 21 por ciento. Es lo que firmaron UOCRA, UPCN, UTA. La realidad es que algunos pueden decir 15 mil pesos, y otros pueden pedir un 35 por ciento. No hay un valor estable porque cada organización opina distinto. No estaba UPCN en la mesa chica que va a apuntar a que se acerque a lo que ellos firmaron».

Hugo Yasky, de la CTA de los Argentinos, que también va a participar del Consejo, explicó que «nosotros vamos a plantear que el salario mínimo alcance el valor de la Canasta Básica. Estamos conversando con la CTA Autónoma para tratar de encontrar un punto de unidad alrededor de esa cifra y sería óptimo que se pudiera ampliar esa posición a la CGT. Si el movimiento obrero va con una posición unificada, podemos ser más eficaces para llevar el mínimo a una recomposición mayor que la que pretenden algunos empresarios».

Un debate conceptual

Más allá del condimento político del diferendo a poco más de un mes de las PASO en la que varios dirigentes de la CGT se repartirán principamente en las listas del Frente Renovador y del espacio político de Randazzo, la discusión reflota un debate sobre el significado teórico del salario mínimo vital y móvil. Luis Campos, del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, señaló a esta diario que «conceptualmente el salario mínimo debería ser el monto que garantice condiciones dignas de vida a una persona y su grupo familiar. El cálculo que más se acerca a eso es el de la Canasta de Consumos Mínimos que elabora la junta interna de ATE INDEC, que hoy está por encima de los 24 mil pesos. Eso no es lo que dice la ley que es el monto que necesita un trabajador sin cargas de familia. Es el punto que toma de referencia la CTA Autónoma», concluyó. «

Marcha de organizaciones sociales

El resultado de la negociación que se desarrollará en el marco del Consejo del Salario Mínimo tendrá impacto en el salario social complementario. Por eso las organizaciones que componen el triunvirato piquetero reclamaron ser incorporadas a la mesa de negociación. Según fuentes de la CGT, el gobierno accedería a la solicitud aunque ninguna de esas organizaciones fue notificada. Por eso, tanto la CTEP, como Barrios de Pie y la CCC, marcharán ese día. Estas organizaciones reclaman que ese salario social, fijado en el 50% del salario mínimo, se ubique por encima de la línea de indigencia, hoy en 5798 pesos.

Por otro lado, el Polo Obrero marchará junto con la Coordinadora Sindical Clasista en reclamo de la duplicación del mínimo vigente y el pase a convenio de los programas Argentina Trabaja. Ate Nacional también convoca a marchar a la sede de Alem.