La Cámara Federal de Casación Penal le dio una buena noticia al ex presidente de la Fundación Pensar, uno de los tractores intelectuales que llevó a Mauricio Macri a la presidencia de la Nación. Se trata de Matteo Goretti Comolli, un empresario cuyo nombre salió a la luz cuando resultó imputado por presunto encubrimiento del robo de unas 58 piezas arqueológicas de una colección robada en 2008 en Córdoba.

Goretti era el presidente de la Fundación Pensar. Lo sucedió en el cargo el entonces jefe de gobierno porteño y hoy presidente de la Nación, Mauricio Macri.

De fluidos lazos con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, Goretti tiene fascinación por la cultura precolombina. En 2012 se conoció, a raíz de una investigación judicial, que en la casa de Goretti fueron halladas piezas que habían sido denunciadas como robadas. Estaban envueltas en papel de diarios del año 2008, fecha en la que había producido la sustracción en el museo cordobés Ambato.

El juzgado federal número uno de Córdoba había resuelto sobreseer a Goretti por el delito de “encubrimiento agravado” y declarar “extinguida por prescripción” la causa en la que era investigado por violaciones a la ley de “Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico”.

Pero el 21 de mayo de 2015, la Cámara Federal de Córdoba anuló aquel sobreseimiento y ordenó avanzar en la causa, aún admitiendo que debía determinarse si la acción no estaba prescripta por el paso del tiempo.

La defensa de Goretti apeló ante la Cámara de Casación, que dos años después de aquel fallo de la Justicia cordobesa resolvió anular sus efectos. Técnicamente, ello le devuelve vigencia al fallo de primera instancia, favorable a Goretti.

Pero hay más: Goretti era investigado por “tres acciones típicas diferentes”, es decir tres situaciones tipificadas en el Código Penal, relativas a “la adquisición y almacenamiento de las piezas; al transporte de las mismas; y a su encubrimiento”.

El fallo de la Cámara de Casación –el máximo tribunal penal del país-, firmado por los jueces Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, no sólo anula el fallo que mantenía abierta la investigación contra Goretti. Dispone también “devolver las actuaciones al juzgado de origen para que por medio de quien corresponda, y de acuerdo a los parámetros aquí establecidos, se analice la vigencia de la acción penal en los presentes actuados”.

En otras palabras, dos años después de haber recibido el expediente, y sin una causal de interrupción de la prescripción en el medio, le envía el expediente al tribunal de primera instancia, que ya había sobreseído a Goretti, para que diga (otra vez) si la causa está prescripta.

Los elementos precolombinos sustraídos del museo cordobés pertenecían a la “colección Rosso” y constaba de piezas arqueológicas del Noroeste argentino. ¿Su valor? Superior al millón de dólares.

Parte de esas piezas fueron halladas en un departamento del cuarto piso de un edificio situado en la calle Libertad al 800, muy cerca del Palacio de Tribunales, propiedad de Goretti.

La principal hipótesis de investigación giraba en torno a que Goretti pudo haber comprado esas piezas sabiendo que eran robadas. El fallo de la Casación dejará, probablemente por siempre, a esa pregunta sin una respuesta judicial asertiva.