El 43 por ciento de la población de las villas porteñas es de chicos menores de 17 años y el 64,5 por ciento de los hogares tienen niños o adolescentes entre sus integrantes. La proporción es mucho mayor que los hogares en espacios formales de la Ciudad, donde esos números se reducen a la mitad.

El dato surge de un informe realizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en conjunto con el Observatorio de la Deuda Social de la UCA presentado este martes en el marco de las políticas del gobierno de la Ciudad de urbanización de las villas y abarcó a la Villa 31 y 31 Bis, la Villa 20 y el barrio Los Piletones.

El estudio reveló que los vecinos de estos asentamientos valoran las obras de urbanización pero, a la vez, desconfían de ellas debido «a las múltiples promesas incumplidas, pero también debido a una primacía de organizaciones sociales opositoras a la gestión del actual gobierno», explicaron desde la UCA.

“Hay una voluntad política de avanzar en la integración pero hay escepticismo en los vecinos y se denuncian falencias en los procesos, que muchas veces no abarcan a la totalidad de las poblaciones ni lo hacen de la mejor forma”, aseguró Agustín Salvia, responsable del Observatorio de la Deuda Social, quien presentó el informe junto al Defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor.

En ese sentido, Amor agregó: “La ausencia del Estado durante décadas generó la formación de un para-Estado, que en los últimos tiempos tiene un fuerte componente vinculado al narcotráfico”.

“La presencia permanente del Estado tuerce la el rumbo de la ausencia o de la presencia asistencial. Necesitamos en Estado que se comprometa, defina políticas, recoja las demandas y consolide la integración socio-urbana de los barrios. El GCBA está llevando adelante un plan de integración que es el proceso de intervención social más importante del que tenga memoria”.

El relevamiento de asentamientos precarios se llevó a cabo en el periodo entre 2013 y fines de 2016 en tres emblemáticos barrios populares de la ciudad, en la Villa 31 y 31 Bis, la Villa 20 y el barrio Los Piletones. Los datos recopilados muestran las características sociodemográficas y las condiciones de vida de la población.

Se observan fuerte disparidad en las condiciones materiales de vida entre los hogares de las villas y la que reside en hogares formales. Alrededor del 60% de la población que vive en villas o barrios populares lo hace en viviendas precarias, cerca de un cuarto de esas viviendas están en condiciones de hacinamiento y tres de cada diez no cuenta con baño en la vivienda o si lo tiene, no dispone de descarga mecánica de agua. Más de la mitad de las viviendas son en zonas inundables, la misma proporción lo hace cerca de basurales.

Los recursos económicos y la capacidad de subsistencia de los hogares constituyen otro aspecto analizado. Entre 2010 -2016, el 20% de los hogares en villas de CABA aseveraron haber reducido su dieta o padecido hambre por motivos económicos en algún momento del año, no menos relevante es el hecho de que 1 de cada 3 hogares han declarado haber realizado recortes en gastos de salud por motivos económicos para el mismo periodo.