“Lo mejor que le ha pasado a la causa en 2016 es el pase al fuero federal, donde hay un fiscal y un juez dispuestos a investigar todo, hasta llegar a la verdad.” El abogado Manuel Romero Victorica, quien representa a la querella de las hijas del difunto fiscal Alberto Nisman, está convencido de que el fiscal Eduardo Taiano y el juez federal Julián Ercolini están recorriendo “el camino correcto”. Según la querella, quedará demostrado que Nisman fue asesinado porque hay «prueba científica».

La otra querella, la que representa a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, prefirió no opinar en este estado de la investigación. El abogado Pablo Lanusse consideró que no era prudente pronunciarse en estas circunstancias.

Al cumplirse el segundo aniversario de la muerte de Nisman, el tándem Taiano – Ercolini dispuso (en rigor, ratificó) una medida de prueba: la realización de un peritaje interdisciplinario en el que participarán expertos forenses y criminalísticos. Una experticia de esas características ya se realizó cuando la ex fiscal Viviana Fein y la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini estaban a cargo de la causa. Trece peritos (oficiales y de la defensa del empleado informático Diego Lagomarsino) concluyeron que no había una segunda persona en el baño del departamento de Le Parc en el momento en que murió el ex titular de la UFI AMIA. Los dos peritos que representan a la querella discreparon y brindaron una teoría sobre el homicidio.

¿Cuál es el dato novedoso de este peritaje, que aún no ha comenzado? La intervención de 27 especialistas de la Gendarmería Nacional. “Es lógico: no podía intervenir la Policía Federal, que está cuestionada porque los custodios de Nisman pertenecían a esa fuerza y están bajo investigación, ni la Prefectura, que estuvo la noche de la muerte en el lugar”, opinó Romero Victorica.

Para el abogado Gabriel Palmeiro, uno de los defensores de Lagomarsino (junto con Martín Chasco y Maximiliano Rusconi), hay un final anunciado. “Están volviendo sobre medidas de prueba que ya fueron realizadas. Aquí hubo profesionales que dictaminaron en un sentido determinado y cuyas conclusiones fueron ampliadas en testimoniales con participación y control de las partes. Se arribó a una conclusión que determina una cuestión médica del tiempo, modo y causales de la muerte, y desde el punto de vista criminalístico se estableció por mayoría una determinada mecánica de los hechos. Ahora todo eso se deja de lado porque el resultado no les gusta, no conforma a la querella”, argumentó. Y agregó: «La pericia (de Gendarmería) va a determinar que no fue suicidio».

¿Tenía Nisman, aunque más no fuera en tono conjetural, características de un suicida?

Romero Victorica, como integrante del estudio que comparte con Federico Casal y Juan Pablo Vigliero, lo descarta de plano. “La conclusión a la que llegamos es que Nisman jamás se hubiera lastimado a sí mismo. Gente que lo conoció en profundidad durante más de 20 años, que tenía trato cotidiano, nos alientan para que sigamos adelante”, subrayó.

La conclusión se apoya, también, en las conclusiones de la autopsia psicológica ordenada por Palmaghini, que en agosto desembocó en un híbrido: por un lado, el informe explica que no fue posible confeccionar una autopsia psicológica tal como se la entiende científicamente y que sólo se elaboró una “biografía psicológica” sobre la base de los datos aportados por personas que conocieron al fiscal. Sobre la base de esos datos, el trabajo –efectivamente- revela que no se detectaron indicios de que Nisman hubiera estado atravesando un proceso de “conductas autodestructivas”, pero aclara que no se pudieron reconstruir lo que ocurrió en los tres días anteriores a su muerte.

Palmeiro refutó: “Se tomaron en cuenta los parámetros que daban una tabulación negativa sobre el suicidio, pero no los que indicaban que sí podía haber sido suicido».

¿Qué ha pasado en la investigación desde que el 20 de setiembre la Corte Suprema decidiera remitir el expediente a los Tribunales federales de Comodoro Py 2002?

Pese a que la actuación de Palmaghini, y especialmente de la ex fiscal Fein, resultó cuestionada por la querella, las medidas de prueba que se están llevando a cabo son, en líneas generales, las que habían sido dispuestas cuando comenzó el tironeo por la “competencia”, en marzo de 2016, después de la declaración testimonial del ex espía Jaime Stiuso.

Además del peritaje integral, Ercolini y Taiano ratificaron y profundizaron el entrecruzamiento telefónico entre Nisman, Lagomarsino, y personajes de la vida política, fuerzas de seguridad e incluso de la dirigencia comunitaria judía, en los días previos al deceso.

Hay dos puntos en que la querella y la defensa coinciden. El primero, que la realización de las medidas de prueba llevará más tiempo que el que la ansiedad global por saber la verdad desea. El segundo, que si la causa hubiera permanecido en el fuero penal de instrucción, probablemente ya habría habido un primer pronunciamiento que dijera que Nisman se suicidó.

“Fein investigó sólo esa hipótesis. Pero se contradice, porque después de su renuncia afirmó que en su opinión hubo suicidio inducido. El suicidio no es delito; el suicidio inducido, sí”, reflexionó Romero Victorica.

“Como venía desarrollándose la investigación, si la Corte hubiera ratificado que debían investigar los jueces del fuero común seguramente ya habría habido un pronunciamiento”, terció Palmeiro.

Parece lejana, acaso imposible, una conclusión indubitable sobre qué ocurrió con Nisman. A la prueba científica a que alude la querella sobre el homicidio le está faltando un elemento central: ¿cómo hizo el supuesto matador para entrar y salir del baño sin que su presencia quedara evidenciada en el lugar? Si se trató de un experto que no dejó huellas, ¿para qué Fein y el ex secretario de Seguridad Sergio Berni buscaron, según la hipótesis del fiscal Taiano, contaminar la escena?

La investigación por la muerte de Nisman no puede analizarse sin tener como referencia el contexto político.

El principal condimento –nuevo- es la reapertura de la denuncia formulada por Nisman por encubrimiento contra el anterior gobierno. Querella y defensa coinciden en ello, aunque por razones diferentes. Para Romero Victorica, está claro que Nisman fue asesinado como consecuencia de esa denuncia. Para Palmeiro, “con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner imputada por encubrimiento, ¿qué mejor escenario podría haber para sostener que Nisman fue asesinado?”. «