A pocos días de la firma del acuerdo anti despidos entre la CGT, el Gobierno y los empresarios, el cierre de fábricas y los telegramas de despidos vuelven a ser los protagonistas del mundo sindical. En ese marco, la empresa Herzo S.A, radicada en la localidad de Concarán, 150 kilómetros al norte de San Luis, comunicó que “ha discontinuado la operación de la compañía y se ha cerrado su planta de producción”.

La decisión que expresó la empresa en un comunicado obedece a “la situación del mercado argentino deja a 200 personas en la calle”.

“Además de la difícil situación nacional, la provincia de San Luis no ha generado políticas de fomento y resguardo del trabajo en toda la provincia, a pesar de las sugerencias que hemos realizado desde el sector industrial al gobierno local durante todo este año”, señaló el apoderado de la empresa Marcelo Iglesias en declaraciones a la prensa.

El pasado 14 de junio, ante la difusión de noticias que informaban de un inminente cierre, Herzo S.A afirmó que se encontraba “en un proceso de modificación de su esquema productivo, para mantener las fuentes de trabajo y continuar siendo proveedor de Puma Argentina y otros posibles clientes”.

En esa oportunidad, Iglesias había enfatizado que la firma “viene adaptando y redefiniendo su negocio, según las necesidades y cambios del mercado, pasando de producir calzado terminado a capelladas para ensamble, bolsos, mochilas e indumentaria”.

Cinco meses después de esa desmentida, se concretó el cierre de la fábrica y el despido de sus 200 empleados.

El cierre de esta empresa se da en el marco de un fuerte crisis dentro de la cual la producción textil registró una merma de 5,3% en los primeros nueve meses del año respecto a igual período de 2015, mientras que la fabricación de prendas de vestir marcó una caída del 11% en similar lapso, según un informe elaborado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

La baja en la producción estuvo ligada, según el informe, al aumento a la caída del consumo interno, en un contexto en el que los precios de los productos marcaron incrementos superiores al 35% en lo que va del año.

Claro que el crecimiento de las cantidades importadas, que entre enero y septiembre subieron 14,7%, al sumar 198.000 toneladas frente a 173.000 toneladas de igual período del año anterior, también atentó contra el desarrollo del sector.