A pesar de no haber cifras oficiales del porcentaje de votantes, la afluencia de votantes en todo el país hace suponer que se superará el 50% de participación de las últimas elecciones presidenciales, con un sistema de voto no obligatorio.

El Servicio Electoral chileno estableció un protocolo sanitario para evitar la diseminación del coronavirus durante el plebiscito, como el uso obligatorio de barbijos, alcohol gel, distanciamiento social y estableciendo aforos en los interiores de los centros de votación, lo que ha generado largas filas en los alrededores.

Debido a los retrasos que podrían provocar la aplicación de las medidas sanitarias, el Gobierno estableció que la votación se extenderá hasta las 20 horas (habitualmente es hasta las 18 horas) para evitar las aglomeraciones.

En el Estadio Nacional, el centro de votación más grande del país, miles de chilenos hacían filas para ejercer su derecho a voto. “Este es un día histórico, estoy votando en lo que fue un centro de detención y tortura de la dictadura y hoy puede ser el día en que por fin terminemos con el legado político de Pinochet”, dijo a Télam Roberto, un votante de 60 años.

Una mujer de mediana edad, dijo a esta agencia, emocionada “no importan las horas haciendo fila, hace 30 años que espero este momento”.

Mientras, las principales figuras políticas ya han votado sin mayores complicaciones en general.

Muy temprano votó el presidente Sebastián Piñera, a las 8:30 de la mañana, en un colegio de la comuna de Las Condes en Santiago y aseguró luego en una conferencia de prensa que “la inmensa mayoría de los chilenos queremos cambiar, modificar, perfeccionar nuestra Constitución”.

Pidió a las personas “que vengan a votar todos porque todas las voces importan” y que lo hagan respetando las normas de seguridad sanitaria, además de respetar la decisión de la mayoría.

Cercano a las 10 de la mañana, votó el alcalde comunista de la comuna (barrio) de Recoleta, Daniel Jadue, en un centro electoral de la jurisdicción que gobierna, oportunidad en la que afirmó que este plebiscito “debió haber pasado hace 30 años”.

Indicó que con esta jornada electoral “empezamos un camino para tirar a la basura la Constitución y el modelo de la dictadura (de Augusto Pinochet) y eso tiene a la gente absolutamente emocionada”.

En tanto, el alcalde derechista de Las Condes y uno de los posibles candidatos presidenciales del sector, Joaquín Lavín, votó en un centro electoral de su barrio y aseguró que el país entra en una nueva etapa y el símbolo de esto se daría “con el triunfo del Apruebo”.

El presidente del Partido Republicano y ex candidato presidencial, el pinochetista José Antonio Kast, votó en la comuna de La Reina de la capital e invitó a todos “a levantarse, a ir a votar”.

Kast dijo, contrariando las normas de no hacer campaña el día de la elección, que “si la gente se levanta, gana el rechazo (al cambio de Constitución) hoy día”.

La presidenta de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, pasó un momento incómodo al salir de sufragar en la sureña ciudad de Concepción, cuando fue increpada por una grupo de personas.

Salvo estos pequeños incidentes, la jornada electoral se desarrolló durante las primeras horas con tranquilidad y con mucha concurrencia en Santiago y regiones, como el caso de Temuco, donde a pesar de la lluvia, los ciudadanos se mantienen en las filas para votar.

El vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, hizo un primer balance del proceso, catalogándolo como bueno, con todo el país en calma y “con mucha seguridad para que todas las personas puedan ejercer su derecho al sufragio”.