Hermanos y hermanas, tomaos de las manos. No sé si llamarlo milagro, pero éste es definitivamente un momento de iluminación. Helo aquí. Chocolate casero. Tres ingredientes, diez minutos, el más rico que probé en mucho tiempo.

Les juro que éste es mucho mejor que cualquier chocolate comprado en el kiosco. Además de que ¡por fin! es un chocolate amargo de verdad, no esa mentira empalagosa o rebajada con leche que nos quieren encajar en las góndolas del súper. De paso es vegano, sin gluten y sin lácteos. Este chocolate no sigue las reglas de los auténticos chocolatiers, entre otras cosas porque reemplaza la manteca de cacao por otra materia grasa: el aceite de coco. No voy a evangelizar acerca de las virtudes de este cambio, los invito a googlear y leer si tienen curiosidad. Lo que les prometo es que así queda más que rico. Irresistible. Y al alcance de la mano.

Ingredientes:

– 1 taza de cacao amargo, de la mejor calidad posible.

– 1 taza de aceite de coco virgen (o apenitas menos, sutil diferencia en cantidad respecto del cacao).

– ½ taza de miel, miel de arroz (mizuame) o agave. Sí, se puede hacer con stevia, siempre sabiendo que cambia el sabor.

Acerca del endulzado: Si bien puede usarse azúcar, no lo recomiendo demasiado porque complica mucho obtener una textura lisa. En caso de elegir azúcar integral, procesarla previamente y disolverla cuidadosamente en el aceite de coco tibio. Si consiguen miel de maple (maple syrup) quedaría de perlas. Si quieren usar stevia es posible, pero sólo la incluiría en parte, y el resto de miel, a efectos de la textura y un sabor más agradable.

Aromatizantes y opcionales:

– una cdta de extracto de vainilla

– un toque de canela

– para los entendidos: un toque de sal

– nueces, almendras, pasas, como cualquier chocolate convencional. Les cuento mi favorito inesperado y gran descubrimiento: arándanos secos, ay diosito, santo equilibrio de sabores. Otro complemento que resulta increíble con el chocolate y no se acostumbra: semillas de sésamo tostadas.

Nota 1: no hace falta hacer grandes cantidades, pueden hacer raciones pequeñitas. Reemplacen la medida de “taza” por cualquier tacita o medida más pequeña, incluso cucharadas, ya que las proporciones son fáciles de seguir: una parte de cacao, una de aceite de coco, media parte de miel.

Nota 2: esta cantidad de endulzante (sea miel o sus variantes) es para un chocolate bien amargo. A mí me gusta así, el chocolate amargo es una maravilla. Pero si quieren uno más dulce simplemente aumenten un poco la proporción.

Procedimiento:

Si el clima es fresco y el aceite de coco se encuentra sólido, templarlo apenas a baño maría (o poniendo el frasco cerrado bajo el agua caliente de la canilla) hasta que se vuelva líquido. Sólo entibiarlo. Cuando esté líquido, medir la cantidad necesaria.

Incorporar la miel (o endulzante elegido) hasta disolverla bien con ayuda de batidor o espátula. Es importante que la textura quede lista, si no sucede es posible que necesiten acudir al baño maría para hacerlo a una moderada temperatura cálida, siempre sin llegar a calentar demasiado la mezcla que no debe cocerse. Si el aceite de coco y la miel no se integran perfectamente, el chocolate no va a quedar bien. Por último, agregar el cacao y revolver hasta disolverlo perfectamente.

Si se quiere, agregar ahora también la vainilla natural, las nueces, arándanos o lo que gusten.

Llevar a moldes con formato tableta o bombones a elección. Si son de silicona no hace falta hacer nada más, pero si usan otro material pueden forrar sus moldes previamente con papel separador para freezer o con film.

Una vez en moldes, dejar templar en la heladera hasta que endurezca.

Desmoldar y conservar preferentemente en heladera si el clima es cálido, porque el aceite de coco no es como la manteca de cacao: resiste bien el frío sin maltratar el chocolate. Conservar digo, si es que no se lo comen todo a máxima velocidad. Con el gran poder de hacer chocolate en casa, viene la gran responsabilidad de dosificarlo…

* Natalia Kiako dicta cursos y talleres. Pueden ver toda la info en su web