La crisis de la industria no da muestra alguna de revertirse. Según el último informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) el sector se redujo un 2,2% en el mes de mayo y acumula una caída del 2,9% en los primeros cinco meses con relación al mismo período del año anterior. 

A la luz de lo que ocurrió en las últimas 72 horas todo indica que estamos frente a una nueva etapa de cierres masivos y definitivos de grandes plantas de producción del más variado espectro productivo. 

Al cierre de la planta de Florida de la multinacional de la alimentación PepsiCo anunciado el martes y que despediría a unos 600 operarios y trasladaría a un número todavía incierto a Mar del Plata, se le sumaron entre miércoles y jueves tres plantas industriales más.

En La Rioja, la fábrica Puma anunció el despido de 160 operarios de una planta que llegó a tener mil operarios. La misma firma (Unisol-Puma) había cerrado su planta de Sanagasta en la misma provincia en marzo último dejando en la calle a 100 operarios.

Sugestivamente, pocos días después de que se fuera del país la canciller alemana Angela Merkel, invitada con el propósito de anunciar inversiones de capitales de su país, la firma Lanxess de ese origen anunció el cierre de su planta en Zárate y el despido de sus 170 empleados. En este caso se trata de una empresa química que produce insumos para la industria del cuero que atraviesa una grave crisis generada por el incremento de las importaciones que subieron un 42% entre enero y mayo con relación al mismo período de 2016. 

Finalmente, los talleres ferroviarios de la localidad de Pérez anunciaron su cierre y la cesantía de sus 80 operarios. Un año atrás ya habían reducido en la misma cantidad su plantilla a través de despidos directos. Ahora se encontraban en una proceso de convocatoria a retiros voluntarios. Según explicó la empresa, la decisión fue adoptada a partir de la caída de contratos con el gobierno Nacional para la reparación de vagones del Belgrano Cargas generada por la importación de material rodante desde China.

Así las cosas, en apenas 72 horas se sumaron 1.010 cesantías en sólo cuatro plantas industriales de la industria de la alimentación, químicos, metalúrgicos y textiles.

Mientras, el ministro de Trabajo Jorge Triaca, aseguró en una entrevista para el diario La Nación que el gobierno tiene en marcha «el Programa de Transformación Productiva» cuyo propósito es que «las empresas tengan el acompañamiento del Estado» mientras «cambien sus procesos y se planteen los desafíos de la producción que viene.» Toda una definición acerca de qué actitud van a seguir adoptando frente a la re conversión que se está operando en el sector industrial que implica cierres y despidos por un lado y revisión de convenios a la baja por el otro.