Es guionista, figura del stand up local, personaje radial, director teatral pero fundamentalmente actor. Entonces hablar de Peto Menahem no es hacerlo desde un solo ángulo sino más bien de varios, los mismos que lo llevaron a multiplicarse porque, queda claro, para él, es difícil quedarse quieto. Y tanto es así que esta semana estrena película (Caída del cielo, en protagónico con Muriel Santa Ana) pero también una obra de teatro (La Piña, junto a Eduardo «Cabito» Massa Alcántara) que lo tiene, como él dice,  »siempre arriba del caballo».

Caída del cielo, una comedia romántica que hace foco en la vida de dos disfuncionales sociales que se conocen, enamoran y comparten un camino, es el real motivo del buen ánimo del protagonista de esta nota. «Estoy más que contento porque más allá de lo que cuenta la película, es una producción que llegó rápido al cine. En esta industria, al menos en nuestro país, todo suele estrenarse con mucho tiempo luego de que los actores hicieron su parte. Así que esta semana estoy más que ansioso», dice Menahem. Y continúa afirmando que su personaje en esta película tiene mucho de él, del Peto que conocen sus amigos. «Tengo una parte muy recluida y ermitaña como el personaje que interpreto. Soy neurótico y en eso me identifico, aunque nunca llegué a una instancia de depresión o de bajón. Tengo partes hincha pelotas y fóbicas también. Alejandro es un romántico al que todo el mundo que vea la película le gustará.»

La ansiedad a la que remite Peto llega por sus ganas de multiplicarse en torno a la expresión. «Por hacer esas cosas que me gustan a veces no tengo tiempo de nada. Esta semana el parto es doble por la obra (La Piña se estrena el sábado en el Metropolitan 2) y eso genera multiplicación de horarios. Desde hace un tiempo que no quiero hacer más de lo que el cuerpo me da, porque ya me pasó que termino haciendo miles de cosas. Lo concreto es que no hay que hacer más cosas que las que el cuerpo da. La gente me ve gracioso pero en esas instancias se me va el humor al diablo», afirma.

Visto como una de las figuras del stand up local, a Peto le resulta extraña la asociación de la gente con algo que no hace desde hace tiempo. «Es algo que me llama la atención porque hace tiempo que no hago stand up, pero evidentemente lo hacía bien (risas). En serio, creo que el género llegó a un nivel tan grande que comenzó a multiplicarse. Nosotros ayudamos a que sucediese por medio de Cómico, y no fuimos los primeros, pero si no lo hacíamos mis amigos y yo alguien lo iba a hacer. El stand up es un recurso que con poco se puede llegar a mucho. No fuimos los primeros pero podemos decir que lo que hicimos ayudó a popularizar la propuesta. Definitivamente me siento contento de haber sido parte de todo aquello y creo que de tener que hacerlo lo volvería a hacer», concluye.