El gobierno de Colombia y las FARC proclamaron este jueves el fin de 52 años de conflicto social y armado y el advenimiento de la paz, en un acto celebrado en el norte del país en el que generales del ejército, policías y guerrilleros se estrecharon la mano, cuando faltan pocas horas para que concluya la instalación del total de los 6.300 insurgentes en la zonas de desmovilización. Al mismo tiempo, la liberación del ex congresista Odín Sánchez y de dos guerrilleros del ELN, según lo convenido entre el gobierno y ese grupo insurgente, garantiza el inicio de las negociaciones públicas entre ambas partes el martes 7 en Quito, Ecuador, lo que permitirá alcanzar «la paz completa», según dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

En Pondores, un paraje del departamento caribeño de La Guajira, donde llegaron los rebeldes para desmovilizarse y dejar las armas, el alto comisionado para la paz de Colombia, Sergio Jaramillo, manifestó ante ante más de un centenar de guerrilleros del Frente 59 de las FARC, armados y en formación, que «este es un momento de alegría para el país». El funcionario afirmó que con la llegada a Pondores de los guerrilleros del Frente 59, y de otros centenares en diferentes puntos del país, «la última marcha de las FARC está culminando» para que al final de esta fase de 180 días de duración, de la cual restan 120, hayan dejado las armas y regresado a la sociedad.

«La inmensa mayoría de las FARC estarán ingresando hoy a las zonas transitorias», agregó el alto comisionado en un discurso ante los guerrilleros, acompañado en una improvisada tarima por el jefe del Comando Estratégico de Transición, general Javier Flórez, y el número dos de las FARC, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez.

Los tres bajaron después de la tarima y saludaron a la multitud de guerrilleros, muchos de ellos mujeres, y todos vestidos con el uniforme de camuflaje o verde oliva, con el fusil al hombro y banderas blancas.

«La paz es una realidad con las FARC en Colombia», dijo el general Flórez, un curtido militar a quien algunos de los guerrilleros se acercaron con deferencia a darle la mano. El oficial agregó que en ese mismo momento en las 26 zonas de reunión de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en todo el país estaban los guerrilleros trabajando «en la construcción de sus campamentos» que los albergarán en esta fase del proceso.

«La paz de Colombia es posible», manifestó por su parte Márquez. Añadió que el recorrido de nueve kilómetros que los guerrilleros hicieron desde su campamento en un punto llamado La Y de las Marimondas, hasta la zona de reunión de Pondores, se saludaron «de manera cordial» y «estrecharon la mano» de los miembros del ejército encargados de su seguridad y también de los carabineros de la policía que custodian el acceso al lugar.

En opinión del jefe rebelde, «algo bueno está pasando en Colombia, y es la paz» producto de los acuerdos firmados con el gobierno, primero en Cartagena de Indias el pasado 26 de septiembre y luego en Bogotá el 24 de noviembre.

«Aquí estamos para decirle a Colombia que el proceso de paz está en marcha. Esta paz es irrefrenable, indetenible, vamos para adelante», expresó Márquez, quien encabezó el equipo negociador de las FARC en La Habana.

Al concluir sus discursos, los guerrilleros respondieron con aplausos y el grito «Desde Marquetalia hasta la victoria», en referencia al lugar del departamento del Tolima donde nacieron las FARC en 1964.

Al mismo tiempo, el ELN liberaba al ex congresista Odín Sánchez y y el gobierno hacía lo propio con dos guerrilleros del ELN, con lo que se garantiza el inicio de las negociaciones públicas entre ambas partes el martes 7 en Quito, Ecuador.

Odín Sánchez, secuestrado desde hace 10 meses por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fue entregado a una comisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Tras conocerse la liberación del ex congresista, salieron en vehículos de la Cruz Roja los guerrilleros Nixón Arsenio Cobos y Leivis Henrique Valero, quienes se encontraban en la cárcel de Palogordo, en Bucaramanga, y fueron indultados.

El presidente Santos dijo hoy, al abrir la Cumbre Mundial de Premiso Nobel de Paz en Bogotá, galardonado con esa presea en 2016, que Colombia es «diferente a la que existía hace apenas tres meses» cuando todavía no habían firmado el acuerdo de paz que, recordó, ha dejado más de 8 millones de víctimas y desplazados y más de 220.000 muertos.

«Ese conflicto -gracias a la voluntad de las partes involucradas, gracias a la paciencia y apoyo del pueblo colombiano, y gracias al respaldo unánime de la comunidad internacional- ya terminó», subrayó.

En Quibdó esperaron al ex congresista Sánchez tanto su familia como una comisión integrada por un representante de cada uno de los seis países garantes en el proceso de paz con esa guerrilla. En sus primeras declaraciones Sánchez confirmó que se pagó un rescate por su libertad, si bien no confirmó quién lo hizo, ni cuánto fue el monto.

«Yo tengo entendido que sí se pagó, pero no sé cuánto», dijo Sánchez a periodistas tras ser liberado y llegar a Quibdó, su ciudad natal y capital del departamento del Chocó. Por último, Sánchez pidió a la sociedad que se una para que obliguen a «los diablos del ELN» a iniciar los diálogos de paz y «entreguen a gente».

El ex congresista fue acusado de mantener nexos con el ex jefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, «el Alemán», jefe del Bloque Elmer Cárdenas, en la época en que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) brindaron apoyo a varios aspirantes a cargos de elección popular, en el proceso judicial que se conoció como la «parapolítica».

A Sánchez, la Corte Suprema de Justicia lo condenó en julio de 2011 a 108 meses de prisión por parapolítica, tiempo que purgó en la cárcel La Picota de Bogotá.

Entre tanto, su hermano Patrocinio Sánchez, en marzo del 2010, cuando se desempeñaba como gobernador de Chocó, fue condenado a 18 meses de prisión por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que lo encontró culpable de peculado culposo, según reseñó el mencionado periódico bogotano.

El ELN adujo someter a Patrocinio Sánchez a un juicio político por estos hechos, por lo que lo secuestró en agosto de 2013. Estuvo en poder de la guerrilla por 2 años y 8 meses, hasta que su hermano Odín, por razones de salud, se intercambió por él, el 3 de abril de 2016.

Simultáneamente, la Fiscalía General de Colombia declaró crimen de lesa humanidad, lo que significa que no prescribe, la financiación de grupos paramilitares.

El ente investigador manifestó que se busca identificar al empresario que apoyó la conformación y expansión del paramilitar Bloque Bananero de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.

En una decisión sin precedentes, la Fiscalía General declaró como delito de lesa humanidad la financiación voluntaria de terceros de estructuras paramilitares y otros grupos armados ilegales tras revisar la declaración del ex comandante paramilitar, Raúl Emilio Hasbún Mendoza, alias Pedro Bonito.