Como ocurre en Chile y en Ecuador, el anuncio de medidas de ajuste por parte del gobierno de Iván Duque, en Colombia, provocó este jueves masivas protestas y un paro nacional convocado por sindicatos, estudiantes, indígenas, ambientalistas y dirigentes opositores.

Si bien el objetivo principal de las protestas es rechazar el “paquetazo” de Duque, que incluye reformas laboral y previsional sugeridas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), también reclaman políticas de fondo para pueblos originarios y para la educación pública y cuestionan la política de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico y su intento de modificar el pacto de paz que llevó al desarme de la exguerrilla FARC en 2016.

«Es un acumulado de situaciones que esperamos nosotros que, así sea en una gran mesa nacional de concertación, empecemos a revisar todo esto luego de la jornada», explicó a AFP Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo.

Este jueves arrancó con movilizaciones masivas, bloqueos de rutas y las primeras denuncias de represión policial por parte del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios).

Desde el lunes, las Fuerzas Armadas y la Policía permanecen en acuartelamiento «de primer grado» por orden del comandante, Luis Fernando Navarro, quien instruyó la medida como prevención.  En Bogotá se desplegaron unidades militares a pedido de la alcaldía para proteger «instalaciones estratégicas», mientras que la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, dio potestad a alcaldes y gobernadores para tomar decisiones extraordinarias, entre ellas el toque de queda, para garantizar la seguridad y el orden público durante la huelga.

Estas medias provocaron la «preocupación» de la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. «Los Estados deben limitar y condicionar al máximo el uso de las fuerzas militares para el control de disturbios internos», indicó en un comunicado.

En Medellín se reportaron denuncias de represión por parte del Esmad en una movilización que se dirigía hacia el parque de las Luces, donde se hará la primera concentración liderada por el gremio de maestros.

En Bogotá, desde la madrugada empezaron los primeros reportes de bloqueos en las estaciones del Transmilenio (TM), el sistema de transporte público de la ciudad capital: «Se detiene la flota y se cancela alimentación. Los buses inician retornos en la estación 21 Ángeles», explicó TM a través de su cuenta de Twitter.

Al grito de «el pueblo unido jamás será vencido», una multitud increpó a policías que acudieron al lugar y lanzaron gases para dispersar a quienes bloqueaban los accesos.

El anuncio de las movilizaciones y cortes de ruta se realizó el mes pasado por parte de las centrales obreras y desde entonces se les sumaron diversos sectores en uno de los momentos en que la popularidad de Duque está en los niveles más bajos a quince meses de haber asumido el poder.

La respuesta del presidente fue a través de un mensaje muy duro, en el que Anoche advirtió que garantizará el orden durante el paro.

«Defenderemos con todas las herramientas que nos da nuestra Constitución el derecho de los colombianos a vivir con tranquilidad», aseguró y desplegó fuerzas de seguridad en los lugares más sensibles.

También señaló que «hay unos pocos» que ven en el derecho a la protesta «una oportunidad de agitación basada en mentiras», y que lo único que buscan es generar división entre los colombianos.