Brasilia, Brasil

La situación política en Brasil solo tiende a agravarse. La justicia electoral comienza este martes el procedimiento para determinar la validez de los comicios de 2014 y su veredicto puede acarrear la anulación del mandato del presidente Michel Temer. Al mismo tiempo, la policía brasileña concretó el arresto del ex ministro de Turismo Henrique Eduardo Alves por corrupción y lavado de dinero en la construcción del estadio Arena das Dunas para el Mundial de 2014, en la ciudad de Natal. Alves fue el primer ministro del primer gabinete de Temer pero tuvo que renunciar un mes más tarde cuando se conoció su vinculación con la causa Lava Jato.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE), de siete miembros, examinará denuncias de «abuso de poder económico y político» en la campaña electoral de 2014. En esa ocasión, resultó reelecta la fórmula Dilma Rousseff (PT, izquierda) – Michel Temer (PMDB, centroderecha) para el periodo 2015-2018. Temer desplazó el año pasado a Rousseff, destituida por el Congreso por manipulación de las cuentas públicas. Están previstas cuatro sesiones este martes y otras dos el jueves.

En teoría, podría haber menos sesiones si las deliberaciones acaban antes; el TSE también podría añadir sesiones si las exposiciones se prolongan; y las sesiones podrían suspenderse por pedidos de «vista» (para examen del expediente) por parte de cualquiera de los siete magistrados.
La sentencia
El TSE puede decidir:
– Devolver el caso a la fase de verificación de pruebas.
– Desestimar las acusaciones y archivar el proceso
– Rechazar las acusaciones parcialmente: por ejemplo, decidir que la culpable de todo es Dilma Rousseff, pero que Temer (que era su candidato a vice) no estaba enterado de nada. En ese caso, Rousseff perdería sus derechos políticos por ocho años y Temer seguiría siendo presidente.
– Aceptar la denuncia en su totalidad: en ese caso, anula la elección de 2014 y el mandato de Temer.
Si esto ocurre, el TSE decidirá si Temer es separado de su cargo inmediatamente o si puede seguir siendo presidente hasta agotar todos los recursos disponibles, ante el propio TSE y ante el Supremo Tribunal Federal.
La Constitución prevé que en caso de vacancia de poder el Congreso elija en un plazo de 30 días a una figura pública para completar el mandato en curso, que en este caso concluye en diciembre de 2018. El caso es que en las calles creció el clamor a favor de llamar a alecciones directas, lo que como están las cosas a nivel económico y social, abriría las puertas a un nuevo mandato de Lula da Silva, el primero en las encuestas. Si es que no lo procesan por alguno de los delitos de los que el juez Sergio Moro lo acusa.
Arrestos en puerta
Una operación policial en los estados de Rio Grande do Norte y Paraná (sur) dijo una fuente uniformada a la agencia AFP, «todavía está en las calles», dijo a la AFP una fuente de la policía, que no confirmó si fugaz ministro Henrique Eduardo Alves es una de las cinco personas arrestadas, como señala la prensa brasileña.
Las autoridades investigan «actos de corrupción activa y pasiva, además de lavado de dinero involucrando la construcción del Arena das Dunas», cuya sobrefacturación alcanza los 77 millones de reales (unos 35,5 millones de dólares al cambio de la época), informó la policía en un comunicado.
En la investigación surgieron pruebas que apuntaban a la recepción de «ventajas indebidas por parte de dos exlegisladores cuyas actuaciones políticas favorecían a dos grandes constructoras involucradas en la construcción del estadio», añadió la nota.
Alves fue diputado e integró el gabinete interino del presidente Michel Temer cuando éste asumió el gobierno en mayo de 2016. Renunció un mes después al verse involucrado en denuncias dentro del caso Lava Jato. En esa ocasión, Alves -el tercer ministro de Temer en renunciar salpicado por escándalos- explicó en una carta pública que dejaba el cargo para «no comprometer o crear ninguna dificultad para el gobierno».