Cancún, México

La Asamblea General de la OEA arrancó este martes en el balneario mexicano de Cancún luego de que el día anterior los cancilleres fracasaran en aprobar un pronunciamiento sobre la crisis en Venezuela, entre reclamos de opositores venezolanos de que evalúen nuevamente ese proyecto.

En una sesión especial realizada al margen de la Asamblea General, los cancilleres no consiguieron reunir los 23 votos entre las 34 delegaciones para aprobar un pronunciamiento sobre la crisis política en Venezuela.

El proyecto, que reunió 20 votos a favor, cinco en contra y ocho abstenciones, instaba al presidente venezolano Nicolás Maduro a reconsiderar su convocatoria a una Asamblea Constituyente, a garantizar el respeto a los derechos humanos y a entablar un diálogo con la oposición facilitado por un grupo de países.

Por la tarde, al presentar este proyecto de acuerdo, los cancilleres promotores daban por sentado que reunirían los votos para lograrlo, pero al final las delegaciones caribeñas modificaron su posición y no dieron su consentimiento.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, se retiró al inicio de este encuentro con la advertencia de que no reconocerían las resoluciones que emanaran de la sesión especial del organismo interamericano.

«La Asamblea puede retomar el tema venezolano y aprobar por mayoría simple, por 18 votos, esta resolución. Hoy reunieron 20 votos», dijo a los periodistas el diputado opositor venezolano William Dávila tras el fracaso en aprobar el proyecto en la sesión especial del lunes.

Este martes, los jefes de delegación deben definir la agenda de discusión y no se descarta que promuevan una nueva votación en la Asamblea, donde las decisiones se toman por mayoría simple.

Expectativa

«Todo puede suceder, lo plantearán sin duda, pero no podemos dar por sentado que lo discutirán. Hoy pensábamos que tendrían los 23 votos y al final algunos países cambiaron su voto», comentó a la AFP una fuente de la oposición venezolana que pidió no ser identificada.

Los legisladores opositores venezolanos presentes en la sede del encuentro no ocultaron su enojo y frustración tras el fracaso en aprobar el proyecto. «Mientras se llevaba a cabo la sesión, dos jóvenes venezolanos estaban siendo asesinados» en manifestaciones en su país, denunció el diputado Luis Florido.

El canciller mexicano Luis Videgaray, acompañado del secretario general, el uruguayo Luis Almagro, y de cancilleres que votaron a favor de la resolución, lamentó la falta de acuerdo e insistió en la urgencia de alcanzar un consenso ante la crisis política y humanitaria en Venezuela.

«Estén pendientes, pueden pasar muchas cosas», se limitó a comentar Videgaray a la prensa cuando fue consultado sobre si habría un nuevo encuentro de los cancilleres. Almagro, de su lado. se mostró renuente a hablar sobre si hay oportunidad de que la Asamblea vote una resolución. «Paciencia», dijo, los objetivos en política internacional «a veces demoran, pero se van a cumplir».

El flamante ministro argentino de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, también lamentó la falta de consenso para llegar a una resolución sobre la crisis en Venezuela. Cabe destacar que la renunciante Susana Malcorra atribuyo una de las razones de su cesantía en el cargo a que en el gobierno de Mauricio Macri querían una postura internacional argentina mucho más agrevisa con el gobierno venezolano y que ella pretendía ser «gradualista».

Apelaciones democraticas

Al declarar inaugurado el 47º periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General del organismo continental, Almagro repitió la concepción de democracia que sostiene la OEA y el departamento de Estado junto con el grupo de gobiernos más conservadores de la región.

«La construcción de la democracia es permanente, (…) la defensa internacional de la democracia y los derechos humanos es creación del sistema interamericano», dijo Almagro en un discurso en el que defendió la independencia de poderes en presencia del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

El mandatario anfitrión señaló a su turno que México alberga por primera vez en su historia una asamblea general del organismo hemisférico, en una sesión que espera sirva «para un hemisferio más incluyente».

«Me es muy grato declarar formalmente inaugurado el 47º periodo de sesiones de la OEA, les deseo el mayor de los éxitos», dijo Peña Nieto en un breve discurso.

El mandatario mexicano dio la bienvenida a los países «haciendo votos porque los trabajos de la Asamblea permitan seguir fortaleciendo a los países integrantes de la organización por el desarrollo y la prosperidad para seguir consolidando nuestra democracia».

El Gobierno de México, ratificó asimismo su «firme convicción de que los ideales y aspiraciones que dieron origen a la organización, plasmados en la Carta de Bogotá (de 1947), tienen validez y vigencia».

El líder mexicano señaló además la necesidad de «garantizar el respeto a los derechos humanos y consolidar democracias maduras y funcionales».

En su participación previa en el acto inaugural, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, expresó su deseo de que la asamblea general de la OEA sea un «espacio de diálogo y concertación que nos lleve a una más prosperidad y desarrollo, en defensa de la democracia, el desarrollo incluyente, y el respeto los derechos humanos».