La persiana gris de un negocio puede tener sólo un valor utilitario o  convertirse en un objeto de arte ubicado en un museo o galería de arte sui generis a cielo abierto. El Proyecto Persiana procura añadir a la función utilitaria un valor agregado. Por eso, desde 2015 se dedica a reemplazar el gris metálico y frío por una fiesta de colores.

“Proyecto Persiana –dicen sus creadores en Facebook- es una iniciativa social autogestiva que busca transformar las persianas de Buenos Aires a través del arte, generar un ingreso para los artistas convocados y redimir el modo en el que consideramos al arte urbano. Nuestra misión central es devolverle vida y color a las zonas de una ciudad vibrante devenida en un gris perpetuo. Empezamos en el barrio de San Nicolás, entre las avenidas Corrientes, Av. de Mayo, Callao y 9 de Julio. Elegimos esta zona por la gran densidad de comercios (y persianas) y porque es una zona postergada con un gran patrimonio arquitectónico que no siempre es apreciado.”

Este domingo 3 de junio, esta comunidad de arte urbano lanzará su décimo primera intervención, la primera de este año. Según informan, la jornada contará con la participación de más de cincuenta artistas que se dedican al arte pictórico callejero, entre ellos Chispa, Rcca, Ktrol-v y Poncho. La jornada de pintura comenzará a las 10 de la mañana y culminará a las 17. A partir de las 18 comenzará el festival de cierre del que participarán bandas locales.

Las calles a intervenir en esta oportunidad serán Libertad, Talcahuano, Paraná y Uruguay en la altura comprendida entre el 400 y el 600 y Lavalle entre el 1500 y el 1600. 

No se trata de una tarea espontánea y no autorizada, sino de una actividad que se planea de común acuerdo con el titular del negocio cuya persiana se interviene. Los interesados en tener una persiana llena de formas y colores deben hacerlo saber a [email protected]

Milagros Avellaneda es una de las co-fundadoras del grupo, quien explica que Proyecto Persiana es una oportunidad para darles voz a los artistas urbanos, generarles un espacio donde puedan expresarse mientras revitalizamos el barrio.” El Proyecto busca así promover la mejora del espacio público como también, difundir el arte callejero dándoles un espacio y visibilidad a artistas emergentes.

“Proyecto Persiana –le dice una de sus integrantes, Lucía Arrocha, a Tiempo Argentino– se fundó en 2015. Quienes lo comenzaron fueron Santiago Kavanagh y Milagros Avellaneda. Santi, que es muy fanático del arte y la arquitectura, se mudó al barrio San Nicolás en ese año y caminando por el barrio se encontró con una riqueza arquitectónica única, pero vio que estaba todo un poco gris, medio venido a menos. Cuando bajaban las persianas eso era tierra de nadie. Estaban todas las persianas escrachadas. Le pareció una lástima y se le ocurrió la idea de comenzar una iniciativa que promoviera el arte urbano y, al mismo tiempo, revitalizara y le devolviera un poco de color y vida al barrio. Se puso en contacto con Milagros Avellaneda, que es una comunicadora social de la Universidad Austral y juntos hicieron una pequeña convocatoria de boca en boca entre amigos. Como Santi ya conocía a algunos dueños de locales del barrio por la relación cotidiana, ahí se pintaron las primeras diez persianas. Esto fue más o menos en agosto de 2015. Yo me sumé un mes después de esta primera instancia. Yo también estudié Comunicación Social, conozco a Milagros de la facultad y ella me convocó para que me sumara al equipo. Así comenzamos a hacer los eventos un poco más grandes, ya más organizados. Más que nada yo manejo redes y comunicaciones pero en ese momento estaba también con otras cosas como solicitudes y demás.”

El grupo se maneja con una dinámica particular que Arrocha explicó con claridad. “Uno de los objetivos de Proyecto Persiana es remover el estigma que tiene el graffiti y el arte urbano que está muy asociado con vandalismo. Nosotros vamos de puerta en puerta, presentándonos y solicitando autorización expresa de los dueños de los locales. Les pedimos que nos donen su persiana para que nosotros podamos intervenirla en nuestros eventos que se hacen únicamente los domingos  para no interferir con la actividad comercial de cada local. Cuando juntamos una cantidad importante de permisos, unos 50, lanzamos una convocatoria en las redes sociales convocando a artistas urbanos a que vengan a pintar son nosotros. El proyecto es totalmente independiente, no somos una entidad gubernamental y lo que hacemos es ad honorem. Nuestra ganancia es que el comerciante nos done su persiana y a cambio nosotros le demos arte y que el artista tenga un lugar para expresarse, una plataforma para exponer su trabajo y  una voz también a través de las redes. Algo muy lindo que sucede y lo puedo decir porque lo vivo hace tres años, es que se genera verdaderamente un vínculo y hay una situación de comunidad y familia entre los artistas y nosotros y también con los comerciantes. Muchos vienen mientras se pintan las persianas, sirven mate, nos dan charla. Este domingo lanzamos nuestra undécima edición no hay nada más lindo que llegar a un local y que nos digan ´chicos, ya los conocíamos y los estábamos esperando, qué bueno que llegaron´. Ésa es una de las cosas más gratificantes que tiene lo que hacemos.”

Respecto de la información del Facebook Larrocha aclara lo siguiente: “En estos eventos tenemos como sponsors a Tersuave con pinturas y a Kuwait con aerosoles. Están con nosotros desde el comienzo y gracias a ellos pudimos cobrar la dimensión que cobramos. El desarrollo alcanzado nos abrió la oportunidad de volcarnos al rubro comercial que era no sólo darle voz al artista urbano, sino también poder brindarle trabajo, actuar como una bolsa de trabajo, generarle trabajo pago para que puedan vivir de su obra. Los eventos que hacemos en el barrio de San Nicolás son ad honorem, pero a raíz de eso tuvimos la suerte de que se acercaran marcas, empresas a convocarnos para hacer trabajos privados por encargo. Por eso, en nuestro Facebook aparece lo que cobramos por metro cuadrado, lo que incluye mano de obra y materiales. Pero eso es sólo para trabajos por encargo. Lo que haremos este domingo es cerrar el área de San Nicolás con la que comenzamos y de allí migraremos a otro barrio e iremos avanzando de a poco. La diferencia primordial entre el trabajo pago y el trabajo ad honorem es que en el segundo el artista tiene la libertad de pintar lo que quiera. Sólo tenemos una mínima regla que es “nada de política, nada de fútbol, nada de religión” porque queremos concentrarnos en las cosas que nos unen y no en las que nos separan o dividen. Más allá de eso, la temática es totalmente libre.”

Buenos Aires no es la única ciudad en que se mueve el grupo. También han tenido intervenciones en Rosario. “Fueron intervenciones espectaculares, explica Larrocha, y participaron entre las dos jornadas unas 120 personas. Fue realmente hermoso porque pudimos conocer a muchos artistas nuevos. En esta undécima edición del domingo van a venir artistas rosarinos a pintar en Buenos Aires. Eso es  una forma de agrandar la familia y tener artistas recurrentes en nuestros eventos.”

Luego de la pintura llega la música. “Como agradecimiento a los artistas que invierten su talento, -explica Larrocha- su tiempo y sus ganas en nuestros eventos nos gusta hacer un cierre con bandas espectaculares. En esta oportunidad va a estar una artista que se llama Delfina Campos que es realmente brillante y está cobrando mucha vigencia en la cultura popular argentina. También hay bandas increíbles como Madre Plástico, de rock alternativo, o Isla de Caras que tocó en el Lollapalooza y es más pop y hay otra banda que se llama The Greenies . Comienzan a tocar puntualmente a las 18 y la idea es que se contacten con nosotros para que les pasemos la dirección.”

Este será, si el tiempo lo permite, domingo porteño con colores y música.