La Cámara Federal de Casación resolvió confirmar el sobreseimiento del titular de la AFI, Gustavo Arribas, en la causa en la que se investiga si cobró dinero ilegal por parte de la constructora Odebrecht. La Justicia resolvió el caso en tiempo récord y antes de que pudiese llegar al país información clave sobre el tema.

Poco les importó a los camaristas que el 11 de mayo pasado, el cambista brasileño y delator premiado en el Lava Jato, Leonardo Meirelles, declarase ante los fiscales Sergio Rodríguez (PIA) y Federico Delgado, que giró en 2013 a Arribas U$S 850 mil en concepto de «coimas». A comienzos de este mes, el «cuevero» facilitó a la Justicia brasileña los comprobantes de 4000 operaciones ilegales que realizó, entre los que se encontrarían las transferencias al ahora jefe de los espías. La Justicia no esperó el material.

Meirelles fue un engranaje central –junto a su antiguo jefe y socio, Alberto Youssef– en el dispositivo que utilizó Odebrecht para pagar sobornos en el exterior, según surge de la investigación de la Justicia brasileña.

Odebrecht reconoció ante la justicia de EE UU el pago de sobornos en la Argentina por U$S 35 millones entre 2007 y 2014, es decir, durante los gobiernos de Cristina Fernández y la intendencia de Mauricio Macri en la CABA. El dinero habría sido para los intermediarios de funcionarios del gobierno, según consta en los documentos judiciales. La obra más importante que encaró la constructora en ese período –sobre un total de siete– fue el Soterramiento del tren Sarmiento, en la que estuvo involucrada con un rol protagónico la firma IECSA, de la familia Macri, que estableció una UTE con la brasileña.

En el expediente del soterramiento, que está en manos del juez Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Franco Picardi, no surgió aún el nombre de Arribas. Pero se estableció claramente el mecanismo por el cual Odebrecht canalizó sus coimas en Brasil y el exterior.

Dentro de la constructora funcionó la División de Operaciones Estructuradas (DOE), que estaba destinada a girar los sobornos. Esta división constituyó diversas empresas fantasmas. Una de ellas fue Smith & Nash Engineering Company (S&N), en Islas Vírgenes Británicas, que era utilizada por Odebrecht para cubrir sus pagos ilegales en el extranjero.

S&N abrió al menos una cuenta bancaria en el exterior (off shore) a nombre de Odebrecht, que transfería dinero desde varias cuentas a las de S&N. Esos fondos se utilizaban para pagar las coimas. El esquema se repetía con Arcadex Corporation, otra firma fantasma constituida por la DOE en Belice. Y por Golac Projects and Construction Corporation (Golac).

Para poder ejecutar sus maniobras ilegales, la DOE contrataba a otros empleados de Odebrecht y agentes, quienes trabajaban en conjunto con una serie de operadores o «doleiros», como Meirelles.

Según consta en la pesquisa que se realizó en Brasil, la mayor parte de las transacciones ilegales se «superponían mediante múltiples niveles de entidades extraterritoriales (off shores) y cuentas bancarias del mundo». Esto explica la dificultad para llegar al receptor final de los sobornos.

El interrogante que la Justicia desiste investigar es si Arribas tuvo algún tipo de participación en todo este dispositivo, tal como afirma Meirelles.
La denuncia principal que abrió el caso contra Arribas y que publicó La Nación, da cuenta de que Arribas recibió casi U$S 600 mil mediante cinco giros a una cuenta en Suiza «entre el 25 y 27 de septiembre de 2013, desde una cuenta bancaria en Hong Kong». «