Me encantaba jugar la Copa”, dice Sebastián Battaglia, a los 35 años, alejado hace tres del fútbol. Battaglia es el pibe que, a los 19, escuchó la arenga de Carlos Bianchi, entró por Guillermo Barros Schelotto y dio el pase atrás para el gol de Martín Palermo contra River en los cuartos de final de la Libertadores de 2000. En ese mismo partido, un rato antes y con la 22 en la espalda, fue al ataque y recibió la falta por la que Roberto Trotta vio la roja; la que hizo que Juan Román Riquelme, de penal, comenzara a enmarcar esa noche soñada para los bosteros. 
Battaglia es también el volante central que en la final de 2003, en el estadio del Santos de Brasil, tiró una pared en el área con Carlos Tevez para que el Apache definiera abajo, a un palo, y empezar a levantar una nueva Copa. Fue su tercera, porque en 2001, después de recuperarse de su primera lesión en la rodilla y volver para las semifinales ante Palmeiras, ya la había ganado ante Cruz Azul. Y tuvo una cuarta, en 2007, como uno de los pilares del equipo de Alfio Basile: esa vez, su mejor partido fue en una de las semifinales, cuando Boca debía remontar un 1-3 ante Cúcuta de Colombia y marcó el 3 a 0 definitivo en una Bombonera bajo la niebla. A Battaglia, el jugador que más vueltas olímpicas dio con la camiseta de Boca, le sobra experiencia en partidos importantes para opinar del presente del equipo que el jueves se enfrentará en Ecuador a Independiente del Valle por el partido de ida de una de la semifinales de la Copa Libertadores. Sobre eso, Battaglia charló con Tiempo.
-¿Qué sentías cuando te tocaba jugar partidos definitorios de Copa?
-Trataba de disfrutar cada uno y de jugarlo como si fuese la última vez que iba a estar en una instancia final. Lo sentí así desde la primera vez que disputamos un torneo internacional, y por suerte tomé consciencia muy rápido de lo lindo que es jugar una etapa decisiva de Libertadores, con lo que eso significa para un club como Boca. Son muy lindos esos partidos por todo lo que hay en juego y son los que uno siempre sueña jugar. 
-¿Hay una motivación especial?
-La motivación se genera sola cuando estás tan cerca de una final. Ya el mismo partido te lleva a estar con todas las pilas. Ahora igual es todo muy raro con el parate por la Copa América y antes por el Mundial: los torneos que ganamos nosotros fueron siempre de corrido. Ojalá se pueda corregir eso. 
-¿Existe la mística copera?
-En aquel momento teníamos un grupo que realmente tenía mística copera. Nadie quería jugar con Boca porque sabían que en torneos internacionales éramos muy poderosos. Eso se empezó a generar en 2000, cuando arrancó todo a nivel internacional para nosotros. Cambiaban los jugadores y seguíamos bien arriba. Boca tiene que volver a lograr que los rivales no quieran enfrentarlo. De local todos sabían que éramos fuertes y que de visitantes no cambiábamos la actitud. Parte de la mística copera es ver La Bombonera repleta un día de semana. 
-¿Cómo ves a Boca para la Copa?
-Muy bien. Guillermo les puede transmitir a los jugadores lo que significa estar en esta instancia y puede inculcarles todo su pensamiento. Para eso va a tener que vencer a Independiente del Valle, que no será fácil. Boca no tiene que subestimar al rival y tiene que salir a la cancha pensando que está jugando contra River. Con esa misma mentalidad, sino te podés equivocar. Ahora todo se puso muy parejo. Después del partido de ida en Uruguay todos pensábamos que Boca iba a pasar con más facilidad ante Nacional y terminó yendo a penales. Cualquier equipo te puede sorprender y jugar en la altura es siempre complicado. Los jugadores van a tener enfrente a un equipo que eliminó a buenos equipos como River y Pumas. Nadie esperaba verlos ahí. Pero Boca tiene experiencia jugando en la altura y debe buscar un buen resultado allá para definirlo con la localía en La Bombonera. Ojalá Boca pueda volver a ser un equipo copero como lo era antes y creo que, con Guillermo, Boca va a poder recuperar la mística copera. Guillermo está en condiciones de lograr eso porque tiene experiencia y sabe todo lo que vivimos como futbolistas. Ojalá suceda y después de esta Copa Boca pueda estar arriba de todos. 
-¿Te gusta cómo juega el equipo de Guillermo?
-Ahora vamos a ver mejor el trabajo porque pudo hacer la pretemporada con sus jugadores. Pese a que había agarrado en la mitad, ya se empezaba a notar un cambio y creo que ahora vamos a ver a un equipo con mucha intensidad, que va a presionar mucho, que va a atacar con inteligencia y que va a lograr mantener el ritmo y la intensidad. Guillermo es una persona que puede transmitirles a los jugadores toda su experiencia.
-¿Qué diferencias ves con este Tevez y con el que tuviste como compañero?
-Carlitos es muy importante porque es un referente. Cuando lo tuve de compañero era más chico y estaba en otra posición con respecto al grupo. Fue creciendo y ahora se convirtió en el líder. Le transmite mucha tranquilidad al equipo y eso es fundamental.

Un buen debut como comentarista de fútbol

El 23 de junio pasado, Battaglia debutó como comentarista en el amistoso que Boca le ganó 2 a 0 a Olimpia de Paraguay en Salta. Suelto y preciso al analizar las jugadas, recibió elogios de sus ex colegas, de la empresa que lo contrató y del público en general que se sorprendió con sus análisis. 

–¿Cómo te sentiste en esa faceta?

–Muy bien. Como primera experiencia creo que fue buena. Quizás en el primer tiempo me costó agarrar los tiempos de televisión, pero una vez que superé eso y comencé a conocer al relator (Hernán Feler) me liberé. En la cancha cuando te ponés nervioso empezás a corrés y se te va, acá no tenía esa chance, pero en la segunda parte estuve re tranquilo y cómodo. Me gustó hacerlo. 

–¿Te ves como comentarista?

–No lo sé, puede ser. Me llamaron sólo por ese partido y todo quedó abierto porque tanto ellos como yo nos sentimos muy bien. Mis amigos me comentaron que estuve bien. A mí me dejó satisfecho. Al haber estado en una cancha te das cuenta de otras cosas a la hora de ver un partido.

–¿Tenés comentaristas favoritos?

–Diego Latorre me gusta mucho, creo que entiende mucho. También me gusta Ariel Senosiaín.