Más allá de rezar, el Ministerio de Ambiente de la Nación pudo haber hecho mejores esfuerzos frente a los incendios desatados estas últimas semanas, que ya quemaron más de 1,4 millones de hectáreas: el Sistema Federal de Manejo del Fuego no utilizó 228 millones de pesos del total que tenía presupuestado para 2016. Y este año, a pesar de la crisis por ahora focalizada en las provincias de La Pampa, Buenos Aires y Río Negro, su presupuesto se recortará a casi la mitad.

Según Ambiente, los focos se originaron por «tormentas secas» y rayos que cayeron sobre campos pampeanos sin precipitaciones. Pero eso ocurrió en noviembre. En ese momento no se apeló a un operativo de contingencia. Y los episodios meteorológicos similares que se sumaron en diciembre provocaron otros 30 focos, sólo en La Pampa. La desoladora dimensión del fuego se hizo patente para el gobierno nacional recién a fin de año. Y aun así, el ministro Sergio Bergman solo atinó a regresar de sus vacaciones el último jueves. Al llegar a la zona calificó el desastre como «una especie de profecía apocalíptica», suerte de justificación metafísica de la inacción, y aclaró: «No vengo a actuar. Vine a dar aliento a los brigadistas que combaten los incendios.» El viernes a la tarde viajó a Lanín y recibió las críticas de los brigadistas del Parque por estar ahí y no en las zonas de incendios. A 110 kilómetros, el presidente Mauricio Macri continuaba de vacaciones en Villa La Angostura.

Lo que omitió Bergman es que en todo 2016 el programa Sistema Federal de Manejo del Fuego (SFMF), que funciona en su cartera, ejecutó 212 de los 449 millones asignados. Apenas el 51% de su presupuesto anual, a pesar de que hace meses la cartera contaba con toda la información sobre las fuertes sequías que afectan al sur y centro del país, hoy envuelto en llamas. Los propios brigadistas lo advirtieron con la llegada de la primavera. Juan Barrionuevo, intendente de La Adela, uno de los municipios cercados por las llamas, se lamentó: «Esto se veía venir, porque los primeros focos comenzaron a principios de noviembre, pero no tuvimos ningún llamado de Nación». El primer avión hidrante llegó al lugar recién el 1º de enero.

El problema no es solo lo que sucede hoy, sino lo que podrá ocurrir a lo largo de 2017. Y cómo afrontar posibles nuevos siniestros. Mientras se manifestaban los primeros focos en La Pampa, el gobierno nacional enviaba su proyecto de Presupuesto al Congreso con un recorte del SFMF de casi el 50%: pasará de 449 millones a $ 238.668.200, con una inflación interanual mayor al 40 por ciento. En la práctica, se “sincera” así la subejecución de 2016. La Coordinación Lucha contra Incendios Forestales también pasará de tener 20,4 millones a sólo 11,8 millones de pesos.

A pesar de tener la licitación armada desde mitad de 2016, Ambiente aún no adquirió las aeronaves hidrantes cuya compra ya estaba pautada. Preveían sumar seis helicópteros antes del verano, pero a la fecha siguen con los dos de la gestión anterior. Tras dos meses de incendios, hace una semana enviaron 25 brigadistas de la Regional Centro del SFMF a La Pampa: uno por cada 24 mil hectáreas quemadas. El año pasado los 300 brigadistas –del SFMF y de Parques Nacionales– no tuvieron capacitación oficial. El Sistema Federal tiene 63, incluyendo choferes, radioperadores y personal de combate, y diez móviles entre camionetas de transporte y cisternas. El único avión hidrante que hay en territorio bonaerense se encuentra en Tornquist. En Iguazú hay solo tres brigadistas. Ignacio Formea, brigadista en el Lanín hace diez años, se mostró preocupado por la falta de personal: «El fuego se empieza a apagar con la pala y se termina con la pala; puede haber muchos aviones que faciliten el trabajo, pero es con gente en tierra que se apaga el incendio”.

La Pampa, Río Negro y Buenos Aires son las tres provincias afectadas por las llamas, que aún no se extinguieron en su totalidad. Los principales focos están en La Adela, Cuchillo Có y Jacinto Arauz, en La Pampa, al sur de la ruta 35 y al norte de la 22. El Ejecutivo pampeano, liderado por Carlos Verna, emitió la «emergencia agropecuaria» y lanzó un video con críticas a la Nación. El intendente Barrionuevo le dijo a Tiempo: “Recién ahora se está tomando conciencia de lo que se ha perdido. No hay tiempo para la burocracia, necesitamos acciones. Bergman es muy técnico y podemos entender todo en relación al medio ambiente, pero esto fue un desastre que arrasó con todo, y tenemos urgencias. Desde Nación no hubo un contacto directo hasta la llegada de Gendarmería para colaborar con el trabajo en la ruta con la Policía de La Pampa.»
Desde ATE-Parques Nacionales denuncian hace meses que esa es una de las nuevas aristas en la política ambiental de Cambiemos: el ingreso de las fuerzas de seguridad en el manejo del fuego, algo similar a lo que hizo María Julia Alsogaray en los incendios de 1996. Según remarcaron, ya se transfirieron $ 1,2 millones de Parques Nacionales a Gendarmería Nacional: “Se está capacitando a integrantes de esas fuerzas en tareas que son propias de los brigadistas de incendios forestales”.

En estos meses, los manejos y controles del fuego fueron, en gran parte, por la acción de bomberos y servicios provinciales. El coordinador de la provincia de Buenos Aires de la Federación Agraria Argentina, Jorge Solmi, recordó que el 28 de diciembre les habían advertido a los ministros bonaerenses sobre la gravedad de la situación. Sin embargo, demoraron “más de una semana» en actuar: “Hay muchos productores a los que esta tragedia los sacó del sistema”.

El conflicto también le abrió a Bergman frentes internos dentro del gabinete: le reprochan la falta de planificación y anticipación, que ya se traduce en pérdidas millonarias para el “campo”, aunque el Ministerio de Agroindustria que comanda Ricardo Buryaile no se hizo presente en la zona del desastre. Y cuando el fuego empezó a arrasar el sudoeste bonaerense, surgieron los reproches desde el gobierno de María Eugenia Vidal. Fuentes del gobierno nacional aseguran que el futuro de Bergman –que no respondió los llamados de Tiempo– no está consolidado.

Eduardo Sotelo es brigadista y delegado general de ATE en el Parque Nacional Nahuel Huapi. En diálogo con este diario apuntó al “sistema precario” de lucha contra incendios: “Todos están por contrato. Hay 30 brigadistas que no pueden salir a trabajar por no tener los seguros vigentes”. El recorte –sostiene– se percibe sobre todo en la faz operativa: “No permite realizar los trabajos de recorridas. El mayor presupuesto del Sistema Federal de Manejo del Fuego se gasta en la contratación de los aviones fumigadores que quieren adaptar para tirar agua en los incendios. Pero lo fundamental es más personal, entrenado y capacitado de manera permanente, no sólo para el trabajo en combate sino en la prevención. No existe una política sobre esto”.

También el agua, en Santa Fe

Además del fuego, también hace estragos el agua, en el norte de la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, donde ya se perdieron 950 mil hectáreas sembradas a causa de las inundaciones, según indicó el ministro de la Producción de esa provincia, Luis Contigiani. La cifra equivale a casi la mitad de todas las hectáreas de cultivo que tiene Santa Fe.

«Sobre 3500 tambos, tenemos afectados 879 establecimientos, es decir, no están produciendo leche en su totalidad, o producen el 50 o 60% menos. Los departamentos más afectados son San Martín, Castellanos y parte de Las Colonias», agregó el funcionario santafesino. Las aguas generaron cortes en al menos cinco rutas, entre ellas la Autopista Rosario-Santa Fe y la Ruta Nacional 34.

Un sueldo de $ 70 mil, por «error»

En medio de los incendios y los recortes, se reveló que el Ministerio de Ambiente contrató a Juan Francisco Roust Elgue como asesor de la Secretaría de Coordinación Interjurisdiccional, con un sueldo de 70 mil pesos. Ante el escándalo, dijeron que fue un «error administrativo» y que la suma será finalmente de 17 mil pesos mensuales. La contratación, no obstante, no deja de ser llamativa: se trata de un joven de 19 años cuyo único antecedente laboral es haber trabajado dos meses como RR PP en Pizza Banana. Orgulloso de haber conseguido el título de «Bachiller Técnico con orientación en Producción de Medios de Comunicación» en la Escuela ORT, su última materia fue Lengua, que arrastraba desde 4º año. Logró aprobarla con un 6. Juan Francisco es hijo de Eduardo Darío Roust, exvocero de Carlos Ruckauf y Alberto Fernández y actual jefe de Prensa del SUTERH. bergman dixit, de los rezos al apocalipsis

Bergman dixit, de los rezos al apocalipsis

“Yo creo que este verano estaremos en mejores condiciones, aunque como creyente que soy, para el próximo verano lo más útil que podemos hacer es rezar.”

“El gobierno nos redujo el presupuesto general y nosotros lo queríamos ampliar. Así que vamos a ver cómo hacemos para tener, por lo menos, las mismas herramientas del año pasado.”

“No vengo a actuar. Vine a dar aliento a los brigadistas que combaten los incendios.”

“Lo que parecía una especie de profecía apocalíptica, los argentinos y el mundo empezamos a ver que acá tenemos incendios, en Santa Fe tenemos inundaciones, y esto habla justamente de lo que se llama adaptación, que es cómo nos vamos a ir organizando para que, frente a lo que le hicimos al planeta, que nos lo devuelve multiplicado con estas catástrofes, estemos en condiciones de minimizar riesgos.”

“Las críticas son atendibles pero no corresponden. Mi presencia estaba, está, en tiempo y en forma.”