La escalada de ataques y defensas ensayada la semana pasada por Siria e Israel, aunque de momento parece haberse detenido, agrega otro barril de pólvora a una zona ya de por sí explosiva.

Israel anunció el martes haber derribado un avión de caza sirio que había entrado en su espacio aéreo, lo que inmediatamente desmintió el gobierno de Damasco afirmando que el aparato realizaba operaciones contra los yihadistas del Estado Islámico en el sur de Siria. Israel está en alerta desde que el 19 de junio el gobierno de Bashar al Asad y sus aliados lanzaron una ofensiva para reconquistar las zonas rebeldes en las provincias meridionales fronterizas con el sector de los Altos del Golán ocupado y anexionado por Israel.

Un portavoz del ejército israelí afirmó que el avión fue «alcanzado tras haber penetrado 2 km» en el espacio aéreo controlado por Israel, en el sur del Golán. «Esto es una violación descarada de los acuerdos de separación de 1974 entre Israel y Siria», reaccionó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un comunicado. «No aceptaremos ninguna intrusión o desbordamiento en nuestro territorio, ni por tierra ni por aire», subrayó.

En Siria, una fuente militar citada por la agencia oficial Sana aseguró que Israel había disparado en dirección de un avión de combate sirio que efectuaba operaciones contra los yihadistas en el sur de Siria. Las fuerzas sirias, que lograron arrebatar la mayoría de territorios del suroeste del país a los rebeldes, rodean ahora un sector bajo control del Estado Islámico cerca de los Altos del Golán y de la zona tapón desmilitarizada entre los dos países, creada un año después de la guerra árabe-israelí de 1973.

Damasco acusa desde hace tiempo a Israel de apoyar al EI y a otros grupos de oposición.  «El enemigo israelí confirmó haber respaldado a grupos armados terroristas y disparó contra uno de nuestros aviones que atacaba sus posiciones en el sector de Saida (…) en el espacio aéreo sirio», afirmó una fuente militar siria. Israel y Siria nunca han firmado un tratado de paz y están oficialmente en guerra.

Tras el incidente del avión, el miércoles dos disparos de mortero fueron lanzados desde Siria y alcanzaron el lago de Tiberiades situado abajo del Golán, sin causar daños ni víctimas. Horas después, la aviación israelí atacó suelo sirio en respuesta al disparo de los dos proyectiles desde ese país. La aviación bombardeó la plataforma de lanzamiento de esos dos artefactos que habrían pertenecido al Estado Islámico y el sector fue también atacado por la artillería israelí, informó el ejército, sin dar detalles sobre la ubicación del ataque ni cuál era el objetivo.

El colofón lo pusieron las tropas sirias que el jueves izaron la bandera de su país en la frontera con los Altos del Golán que les había sido arrebatada por rebeldes yihadistas al inicio de la guerra civil.

Los Altos del Golán es un altiplano, del cual Israel ocupó 1200 kilómetros cuadrados en la Guerra de los Seis Días de 1967, y que anexó en 1981, una decisión que nunca fue reconocida internacionalmente. Al otro lado de la línea de alto el fuego Siria controla 510 km2, y entre ambos hay una franja de tierra bajo supervisión de los cascos azules de la ONU.