El renacimiento de Boca llevó apenas siete capítulos, algo más de 630 minutos de juego, seis victorias en fila y 16 goles. Así se construyó el campeón inesperado, el ganador de la Superliga 2020 que parecía encaminada para River y que el Xeneize -con su estilo, con su fuerza, con un giro- le sacó del buche en la última curva, acaso como una suerte de revancha por las cinco series definitorios perdidas desde 2014.


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Es que Boca se reconstruyó para gritar campeón -el título número 34 a nivel local-en menos de dos meses con el diseño de Miguel Ángel Russo, el arquitecto que supo reformular el equipo, cambiar el chip para ponerlo en modo ofensivo y, sobre todo, empoderar a Carlos Tevez, el actor principal para la coronación. Fue 1 a 0 a Gimnasia de Diego Maradona, que recibió su homenaje para incluso ser parte de la fiesta.

Tevez fue el factor central de la definición infartante. Se cargó al equipo al hombro cuando Boca no encontraba el juego que había mostrado en las fechas anteriores. De hecho, Esteban Andrada tuvo que intervenir con un manotazo salvador cuando Leandro Contín disparó con fuerza después de una salida en falso del local. A Boca no le salía ninguna. Le faltaban ideas y también situaciones. Y Gimnasia, con poco, se montaba en el nerviosismo del Xeneize para animarse a contar tres victorias en fila y soñar con la permanencia.

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Hasta que apareció Tevez para finalizar una linda jugada con un derechazo en la puerta del área que Jorge Broun pudo manotear, pero no contener. Era una muestra de esa recta final del campeón: corriendo de atrás y metiendo presión para quedarse con la última foto. 

Antes, las emociones viajaban entre La Boca y Tucumán. La primera había llegado sobre las 21.22, cuando Javier Toledo le puso la cabeza a un muy buen centro de Nicolás Aguirre. 1250 kilómetros puede parecer una distancia considerable, pero para gritar un gol se recorre en menos de un segundo: iban unos 18 minutos cuando Boca no podía con Gimnasia pero igual explotó la Bombonera. A esa hora, había desempate.


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(Foto: Télam)

Con el Millonario en desventaja y la igualdad en la Boca, el partido era parecido en ambas canchas: los dos equipos que peleaban por el título empujaban pero no podían forzar el gol. 16 minutos duró esa situación, hasta que Matías Suárez dibujó la jugada que él mismo definió en Tucumán. Con los dos empates, la tabla no se alteraba. Así se fueron al entretiempo. Cuando el reloj marcaba las 22 todo estaba el escenario era el mismo que antes de que arrancara el partido.

Sobre las 22:35 todo cambió: Carlos Tevez marcó el 1 a 0 en La Boca y era el título para el Xeneize. Fue acaso el mayor momento de explosión en la noche. «Es algo único, especial. No tiene precio. Este grupo ha sufrido mucho y hoy le tocó», dijo Russo apenas terminó el partido para poner en valor el campeonato, su segundo título en Boca, el de 2007 había sido con Riquelme como estandarte. Esta vez, Román lo siguió desde el palco, en su función de dirigente.