Los informes conocidos esta semana reanimaron la esperanza del oficialismo en que la economía estaría llegando al final de su caída. En esa dirección, voceros del gobierno se manifestaron conformes con la estimación del Indec de que la actividad cayó un 1,3% en abril. La visión optimista es que si bien la variación interanual fue negativa, la comparación con el mes anterior, luego de aplicar la desestacionalización, dio una mejora del 0,8%. «Esto es producto principalmente de la recuperación del sector agropecuario, por efecto de la reversión de la sequía, pero también por menores caídas en los sectores de la industria y de la construcción», dijeron fuentes del Palacio de Hacienda.

Del mismo modo, el estudio OJF dio a conocer su índice de producción industrial de mayo, que cayó un 3,8% con relación al mismo mes del año anterior pero mejoró 2% en la comparación con abril. El informe sugiere que a partir de la recuperación de los sectores ligados al agro puede haber «una mejora más generalizada», sustentada en la baja base de comparación (en mayo de 2018 ya había comenzado la crisis). Sin embargo, de acuerdo a la misma consultora, la inversión medida en bienes físicos cayó un 11% interanual, lo que pone dudas sobre la solidez de los pilares para una eventual recuperación. «