La crisis interna de Cambiemos desatada por la pérdida de una banca por parte de los radicales en el Consejo de la Magistratura aceleró el final de un año parlamentario en el que, por decisión del oficialismo, el Congreso estuvo casi inactivo. De hecho, el de 2018 es el peor registro de leyes desde el regreso de la democracia a fines de 1983.

La crisis, la debilidad del oficialismo y sus propias internas terminaron por dinamitar la posibilidad de sesionar esta semana. En ese marco nadie descarta que el Congreso quede cerrado hasta marzo cuando comience el último periodo ordinario de este Gobierno de Mauricio Macri.

El primer síntoma de debilidad parlamentaria llegó desde el Senado. El nuevo intento fallido por intentar tratar el desafuero de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner es sólo una anécdota a esta altura del año parlamentario. La real dimensión de la fragilidad parlamentaria de la Alianza de gobierno se ve en el Senado. El oficialismo desistió de convocar a una nueva sesión antes de fin de año ante la seguridad de que el PJ pondría a consideración del cuerpo el DNU que elimina el fondo sojero con lo votos suficientes para votar su rechazo. Si bien para que DNU quede sin efecto faltaría el rechazo de Diputados el Gobierno decidió evitarse una nueva derrota en el recinto.

Por su parte, en la Cámara Baja las acciones en baja del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, comienzan a sentirse. No sólo Cambiemos no pudo dejar sus diferencias de lado para llevar adelante la sesión que estaba prevista para este miércoles, sino que no son pocos los que dan el año parlamentario por terminado pese a que aún restan tratar leyes complementarias al presupuesto 2019 como la reforma del impuesto a los bienes personales y la modificación de los tributos a cooperativas y mutuales.

La excusa que utilizó el radicalismo para no sesionar esta semana fue que convocar a sesión sería “abrir el recinto para que (Pablo) Kosiner y (Graciela) Camaño se deskirchnericen”.

Lo cierto es que más allá de que la semana próxima finalmente sesione la Cámara de Diputados, el Congreso culminará uno de sus años de más baja producción.