«El Gobierno está haciendo lo que había que hacer, pensando en el largo plazo, no en el atajo, la mentira o el parche, sino en hacer las cosas de fondo para que el país pueda crecer», dijo el presidente Mauricio Macri al encabezar, de regreso de su viaje a Holanda, el acto de inauguración del nuevo Centro de Trasbordo Constitución. «Las obras llevan su tiempo, dan trabajo del bueno y contribuyen a reducir la pobreza», agregó.

Macri aprovechó la ocasión para respaldar a María Eugenia Vidal en el conflicto que la gestión bonaerense y la suya propia –que no los convoca a la paritaria nacional que fija la ley– mantienen con los docentes. “Sé que estamos dando una discusión de fondo con el objetivo de mejorar la calidad de la educación pública», dijo el mandatario.

El Centro de Trasbordo inaugurado busca agilizar el tránsito de las personas que utilizan alternativamente el ferrocarril Roca, la línea C del subte porteño y varias líneas de colectivos, incluidas las que llegan y parten hacia el Metrobus Sur.

El espacio, cubierto por una cúpula vidriada, está ubicado en la plazoleta delimitada por las calles Brasil, Garay, Lima Oeste y Lima Este. Tiene escaleras pedestres y mecánicas y ascensores que conectan la estación terminal del subterráneo con la superficie. Para facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida, el lugar cuenta con un acceso equipado con el sistema GATE, que permite la apertura automática de puertas con sólo apoyar en el lector magnético la tarjeta SUBE.

En rigor, lo que hace el Centro de Trasbordo, construido sobre el extremo norte del andén de la estación Constitución de la línea C, es evitar que los pasajeros del subte que no van a hacer conexión con la estación ferroviaria, se vean forzados a llegar hasta el hall de Constitución. Antes, la única salida de ese andén era hacia adelante, hacia el tren. Ahora esos pasajeros pueden salir a la superficie en la plazoleta, a metros de las dársenas de los colectivos.

El edificio tiene, en sus pasillos subterráneos y afuera, en la plazoleta, pantallas LED que brindarán información actualizada sobre el estado del tránsito, la red de subterráneos y el Metrobus.

La obra fue adjudicada por el Decreto N° 390/GCABA/14 a la UTE (unión transitoria de empresas) que conforman las firmas Bricons y Miavasa, por un monto total de $ 90.143.383.

Se trata de dos constructoras repetidamente favorecidas en las licitaciones de obra pública porteña. También realizaron juntas el polémico Metrobus Sur, obra para la que Bricons y Miavasa recibieron 223 millones de pesos, un 89% más que los 118 millones pautados originalmente al inicio de los trabajos, en 2013. Un informe de la Auditoría porteña denunció ese año abismales diferencias en los costos de materiales –baldosas, vigas, etc– de este ramal respecto del Metrobus 9 de Julio.

Bricons S.A. también participó o participa, entre otras obras, de la primera etapa del Metrobus Norte, entre Núñez y Vicente López, y de la construcción de complejos habitacionales de la Villa Olímpica.

También ha hecho cuestionadas obras de infraestructura en escuelas porteñas. En 2004 se le rescindió el contrato –y se inició una causa penal– por la caída de un techo en el colegio Mariano Acosta. En 2007, 300 alumnos debieron ser evacuados de Normal Nº7 con signos de náusea y mareos, por un escape de gas debido a la instalación deficiente de calefactores.