Por cuarto día consecutivo, los trabajadores de la Línea 60 continúan de paro, tras la muerte de un compañero electricista el viernes pasado. Se trata de uno de los servicios de colectivos con más ramales y recorridos de toda la zona metropolitana, desde Constitución hasta los partidos de Escobar y Tigre, en el Gran Buenos Aires, que transporta diariamente 250 mil pasajeros.

David Ramallo falleció hace cuatro días aplastado por un elevador cuando realizaba tareas de mantenimiento en el taller de Barracas. A raíz del hecho, los compañeros comenzaron la medida de fuerza por tiempo indefinido. Hoy se concentraron en el Obelisco y marcharon hacia el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde tienen previsto un encuentro con las autoridades. 

Después de la reunión en la cartera laboral conducida por Jorge Triaca, partirán al cementerio de Avellaneda para despedir los restos de Ramallo, que tenía 35 años y tres hijos, uno recién nacido. Hacía 18 años que trabajaba en la empresa DOTA, cuyos directivos –según denuncian los empleados– nunca aparecieron ni realizaron mejoras de los problemas de seguridad en el taller, denunciados por los trabajadores tiempo atrás, antes de la muerte de su compañero.