Aviones de guerra no identificados atacaron hoy el principal hospital ubicado en zonas controladas por grupos armados opositores en el norte de la provincia siria de Hama, en el centro del país, mientras que en la asediada ciudad de Alepo se tensa la situación para los civiles.

El centro medico, conocido como el hospital de Al Magara, es considerado el mayor de aquellos situados en las zonas controladas por los rebeldes en el norte de la provincia de Hama. Por otra parte, las facciones islamistas rebeldes bombardearon con decenas de cohetes el aeródromo militar de Hama, en manos del Ejército sirio, y hay informaciones de que se registraron bajas en las filas gubernamentales, señaló el Observatorio. Al mismo tiempo, indicó que al menos seis miembros de la organización insurgente Ejército del Orgullo murieron y otros siete resultaron heridos de gravedad en un ataque de aviones de guerra rusos con misiles antibunker contra sedes de este grupo en la zona de Al Latamna, en el norte de Hama, replicó la agencia de noticias EFE. Aparte de los seis cadáveres que hasta ahora fueron recuperados de entre los escombros, hay otros combatientes del grupo rebelde que están desaparecidos, agregó el Observatorio. Los insurgentes iniciaron el pasado 29 de agosto una ofensiva en Hama en la que han tomado unas treinta de poblaciones y áreas. Hoy también el Ejército sirio le pidió a los grupos opositores armados que se retiren de los barrios que controlan en el este de la ciudad de Alepo, al norte del país y epicentro bélico, «para que los civiles puedan vivir con normalidad», informó la agencia oficial de noticias, SANA. Asimismo, aseguró que «las jefaturas de los Ejércitos ruso y sirio garantizarán a los hombres armados del este de Alepo una salida segura y les prestarán la ayuda que necesiten». Por otro lado, una fuente militar siria no identificada dijo a SANA que las Fuerzas Armadas recuperaron totalmente el control del hospital Al Kindi, ubicado en el acceso norte de Alepo. Las fuerzas sirias arrebataron hace pocos días a facciones islámicas y rebeldes el control del campamento de Handarat, ubicado al norte de Al Kindi y considerado estratégico para el control del acceso a Alepo y de la principal vía de suministros del régimen que pasa por el norte de la urbe. El pasado 22 de septiembre, las fuerzas gubernamentales sirias, respaldadas por la aviación rusa, retomaron su ofensiva sobre Alepo en un intento de progresar frente a los rebeldes, días después del fin de una tregua de una semana acordada por Rusia y Estados Unidos en todo el país. Como consecuencia de los bombardeos rusos y de la aviación y la artillería sirias, cuatro hospitales del este de Alepo dejaron de atender y desde la Liga Árabe acusaron hoy al gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, de cometer «crímenes de guerra» en su ofensiva contra los barrios de la ciudad de Alepo, controlados por las fuerzas rebeldes. El portavoz de la organización panárabe, Mahmud Afifi, dijo que los bombardeos indiscriminados, el lanzamiento de barriles de explosivos y el asedio inhumano de civiles en el este de Alepo «están al nivel de los crímenes de guerra». Y calificó los recientes ataques contra hospitales en zonas de la oposición por parte de la aviación rusa y de los sirios de «violación» contra la legislación internacional, instó a una intervención inmediata de la comunidad internacional «para detener el baño de sangre» en Alepo. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, por su parte, denunció que la intención de estos ataques es forzar a la población civil a huir a zonas controladas por el gobierno, en el oeste, para recibir atención médica y que los civiles presionen a los milicianos para que acepten rendirse ante las tropas gubernamentales.