Vecinos y allegados de Brian Aguinaco, un chico de 14 años asesinado de un balazo en la cabeza por delincuentes, coparon y realizaron destrozos en la Comisaría 38 de Flores en reclamo de justicia y mayores medidas de seguridad. La protesta surgió de forma espontánea al conocerse el fallecimiento del adolescente, que agonizaba en el hospital de niños Ricardo Gutiérrez desde el sábado por la tarde.

Los manifestantes comenzaron a autoconvocarse en Bonorino al 250, frente a la seccional, apenas se enteraron de la muerte del chico. Constantemente, los vecinos arengaban en contra de las autoridades del Ministerio de Seguridad de Nación, a cargo de Patricia Bullrich, y sus pares de la Ciudad de Buenos Aires. Seguramente por esta razón, el único vocero oficial ante los vecinos y los medios por los graves incidentes fue el comisario Manuel Monzón, titular de la comisaría.

«Los vecinos se quejan y tienen derecho a reclamar. La comisaría y la policía de la Ciudad van a recoger ese reclamo para dar seguridad en el barrio», explicó el jefe de la seccional, en medio de los gritos de los vecinos, y agregó: “La comisaría está trabajando para detener a los autores del hecho. Estuvimos trabajando desde el primer día. Incrementamos la presencia policial, de móviles, y de personal de Infantería”. De la misma manera, el comisario descartó que en la fuerza haya corrupción y que se liberen zonas para facilitar el delito.

Mientras tanto, en una improvisada asamblea barrial, los vecinos se intercalaban la voz de mando entre sí, mientras continuaban exigiendo la presencia de funcionarios.

El crimen

Cerca de las 14.30 del sábado, delincuentes que se movilizaban en moto le robaron la mochila a una mujer en la esquina de Asamblea y Robertson. En ese momento, se toparon con el Renault 19 que conducía el abuelo de Brian, quien llevaba a su nieto a cortarse el pelo. Se cree que los asaltantes pensaron que el automóvil intentaba cerrarles el paso y uno de ellos disparó hacia el lado del acompañante. El chico de 14 años recibió el impacto en la cabeza y fue internado con muerte cerebral, hasta que finalmente este lunes por la tarde falleció.

Hace unos días atrás, a siete cuadras de allí, delincuentes habían matado a balazos al médico Pascual Mallo, de 69 años, cuando intentaron asaltarlo.