El aumento de las importaciones y la caída del consumo ponen en jaque cientos de puestos de trabajo de la industria textil. En lo que va del año hubo más de 4000 despidos  y los empresarios pronostican un fin de año negro: estiman que este año la producción nacional tan sólo habrá abastecido al 45% de la demanda en un mercado que se redujo en 75 mil toneladas.

En un informe al que tuvo acceso exclusivo Tiempo, los empresarios del sector señalan que los tres principales problemas que enfrentan hoy son la caída del consumo, la baja en la rentabilidad y la competencia de las importaciones.

El informe muestra que el 72,4% de los textiles cree que caerán sus ventas, el 52,1% asegura que se reducirá el uso de la capacidad instalada, el 39,1% señala que despedirá empleados y el 66,7% que habrá reducción de horas trabajadas.

Los empresarios de la industria textil afirman que el consumo masivo cayó un 20%, el consumo en shoppings un 12% y que las ventas minoristas de indumentaria cayeron un 7,9% y de ropa blanca un 8,2%. La suma de los porcentajes marca un 25% de baja en el nivel de actividad y dejó al sector con el uso de tan sólo el 75% de la capacidad instalada.

En cuando al trabajo, sindicatos y empresarios coinciden en la caída es del 2,4% en textiles y del 2,7% en confección.

Por otra parte, los números marcan que las importaciones totales han aumentado un 15% mientras que las exportaciones cayeron en un 47%. Esas importaciones significan el ingreso de 23.400 toneladas más de mercadería y una salida de 1.032 millones de dólares. Además, en el informe que circula de modo reservado por las oficinas de los empresarios textiles se advierte que el 81% de lo que se importó en lo que va del año reemplaza producción nacional.

Por su parte, los gremios que nuclean empleados y obreros textiles aseguran que hubo una pérdida de 4120 empleos formales en el año y señalan a la “apertura indiscriminada de importaciones” y de la baja en las ventas como las variables que llevaron a ese resultado.

Con 2100 despedidos, el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) es el más afectado, ya que sus asociados son supervisores y capataces de los otros tres gremios del tramo industrial de esta cadena de valor.

La Asociación de Obreros Textiles calcula que perdió 1900 afiliados en lo que va del año. El resto de los despedidos, que tenían trabajo formal, se dividen entre los gremios más pequeños.

Desde los sindicatos estimas que la pérdida de puestos de trabajo es aún mayor debido al alto porcentaje de trabajo informal que presenta la actividad.