Se jugaba el descuento. Faltaban apenas 150 segundos cuando Federico Bernardeschi empujó la pelota al gol. Paulo Dybala corrió para abrazarlo. Emre Can, el alemán que llegó desde el Liverpool, se le colgó del cuello. Giorgio Chiellini también se sumó a la montonera. Cristiano Ronaldo quedó a un costado, casi fuera de la toma, en segundo plano casi un resumen de su estreno sin goles en la agónica victoria 3-2 de la Juventus a Chievo en Verona. Un primer paso que en la Argentina sólo se pudo ver en la RAI, el canal público que transmitirá cuatro partidos por fecha con relatos y comentarios en italiano.

Tampoco hay una pantalla chica asegurada para seguir las actuaciones de Mauro Icardi, Lautaro Martínez (ambos en Inter), Paulo Dybala (Juventus), Giovanni Simeone (Fiorentina) y Joaquín Correa (Lazio), llamados a ser parte del recambio en la Selección, algunos de los 30 argentinos del campeonato. Ocurre que en Latinoamérica por ahora ninguna cadena compró los derechos de la temporada que acaba de empezar. La llegada de CR7 subió el precio de la transmisión y aún negocian con IMG, la distribuidora que comercializa los derechos por los que Sky Sport pagó 1050 millones de euros hasta 2021. Su contratación de Ronaldo se confirmó durante la última semana del Mundial que Italia se perdió por primera vez en 60 años. La Serie A ya había perdido mucho antes su lugar entre las ligas más atractivas y competitivas de Europa. Los 112 millones de euros desembolsados por el ex Real Madrid fueron una confirmación del poderío económico y deportivo de la Juventus, campeón de las últimas siete ligas.

«Era sabido que iba a volver a estar entre los campeonatos top del mundo. Tiene una historia muy rica, quizás más que Inglaterra o España. La crisis más grande es la de los dos equipos de Milán a los que estábamos acostumbrados a ver en lo más alto y últimamente les fue mal», analiza Nicolás Burdisso, de último paso por el Torino y afincado en Italia desde 2004. Al sismo Cristiano Ronaldo lo acompañan otros movimientos: Javier Pastore regresó al Calcio para jugar en la Roma, a Lautaro Martínez le dieron la 10 para formar la dupla de ataque con Icardi en el Inter, Joaquín Correa llegó a la Lazio a cambio de 17 millones de euros y Gonzalo Higuaín se fue a préstamo al Milán, ahora controlado por la firma estadounidese Elliot –cuyo fundador es Paul Singer, litigante contra la Argentina– después de que el chino Li Yonghong no pudiera devolver el préstamo que había recibido de ese fondo buitre.

«La merma fundamentalmente fue económica: la plata manda en el fútbol, Italia perdió ese tren y va a ser difícil retomarlo», dice Vito De Palma, periodista especializado en el Calcio. Esa distancia acaso comenzó a achicarse en este mercado en el que los equipos italianos pagaron más de 1.100 millones de euros en incorporaciones. Nunca antes se había superado el millón. Nunca antes se había gastado tanto: solo la Premier League desembolsó más mientras que la Liga de España aún está por debajo de los 800 millones de euros.

El retroceso de la Serie A puede ubicarse en 2005 y 2006 cuando se destapó el escándalo de los partidos arreglados cuya condena más fuerte fue el descenso para la Juventus. «El momento para refundar el fútbol -señala Burdisso- era después del caso Calciopoli. Pero Italia salió campeona del mundo y cuando ganás pensás que no hay nada para  modificar. La decadencia no se vio rápido, sino seis o siete años después cuando el Inter y el Milan tuvieron que cambiar de dueños». Acaso haber quedado afuera de Rusia 2018 fue el ¿último? coletazo del escándalo.

Ronaldo aterriza en la liga en medio de ese escenario. «No parece estar a la altura de cuando llegó Diego Maradona. Es más una operación comercial que deportiva. No creo que haga tanta diferencia, aunque es un símbolo y el Calcio hace tiempo que no lograba traer a los mejores jugadores del mundo. Antes estaban todos y ahora vuelve un número uno», opina De Palma, sin demasiada expectativa por el derrotero de CR7 que no pudo anotar en el 3 a 2 del estreno ante Chievo. 

Sky, dueña de los derechos televisivos, intentó sacarle jugo a ese nuevo universo ordenado alrededor de Ronaldo y buscó recaudar más dinero por las retransmisiones de los partidos. ¿El desenlace? Ninguna cadena en Latinoamérica llegó a un acuerdo para televisar el Calcio. En la Argentina será la primera vez sin televisación en más de 35 años. Queda la opción de pagar por la Serie A Pass, el nuevo servicio vía streaming que ofrece la cobertura de todos los partidos por nueve dólares mensuales. Mirar a Ronaldo, Dybala, Martínez y compañía sale menos que el abono del pack fútbol de la Superliga. «

Facebook de Primera

El título de la Supercopa de Europa que logró el Atlético de Madrid de Pablo Simeone al vencer al Real Madrid en Estonia inauguró otra forma de ver el fútbol. El partido se transmitió por Facebook. Y será una constante para América Latina: en la página oficial de la Champions League se podrá a ver al menos un juego por semana de la competencia más importante de Europa. Formará parte del acuerdo por el que Facebook adquirió los derechos de difusión de 32 partidos en directo para la etapa 2018-2021.
La Libertadores 2019 también se verá a través de la misma red. La empresa que comercializará la Copa los próximos cuatro años realizó una licitación con cuatros paquetes de partidos: algunos irán por un canal de aire, u otra plataforma en la que no se necesite pagar una suscripción; otros dos grupos serán televisados por señales pagas; y un cuarto conjunto de partidos se emitirá por la misma pantalla el jueves, bajo el concepto de «Thursday Night football», al estilo del Monday Night que impuso la NFL los últimos años. Facebook podría entrar tanto para el primer paquete como para el último.